Hoy he estado prácticamente desconectado. Esta es la primera vez que enciendo el ordenador de escritorio. He participado en Steem, pero a través de eSteem.
Acabo de bajar del terrado. Hoy he escogido una sesión a ojo desnudo. No me he subido los binoculares. He preferido hacerlo así para probar a ver si podía nombrar algunas constelaciones o por lo menos orientarme un poco sin recurrir a buscar objetos de espacio profundo a la hora de asegurarme qué estrella era cada una.
El cielo estaba algo nublado, pero por el noreste he podido encontrar varios objetos conocidos. Por el sur-suroeste ya no. En esta dirección hubiese podido ver la Percha de la que ya escribí en otro "Astronomía desde el terrado" anterior. Pero ni tenía los prismáticos ni la visibilidad lo permitía.
He encontrado Cassiopeia. Siempre tengo que detenerme antes de escribir o decir el nombre de esta constelación. Tiendo a decir Andromeda, que también es otra constelación además de una galaxia.
Otra constelación que he encontrado muy rápido ha sido Orion. No podía verse la Espada, sin embargo, y el resto de las estrellas estaban algo apagadas. Se distinguían a simple vista las tres que forman el Cinturón, además de Rigel y Betelgeuse.
Por encima de Orion destacaba Aldebaran con un color anaranjado. Fijándome un poquito creo que incluso he visto las Hyades. Subiendo la vista aún más, las Pleiades. Siguen maravillándome y tienen la culpa de mi interés por observar el cielo nocturno. Con el tiempo he descubierto que ya las veo sin necesidad de ayuda óptica. Ahora incluso me llama la atención un punto más brillante de este cúmulo abierto.
Más hacia el norte, Capella. Otra de las estrellas que destacan siempre. Y debajo suyo, Castor y Pollux, las cabezas de Geminis.
Al final he reconocido más estrellas que constelaciones. Exceptuando Orion y Cassiopeia, la única nueva ha sido Geminis.