Soy un practicante de artes marciales, entrenaba 3 veces a la semana las técnicas y 2 veces con pesas, pero eso no era algo fijo, dependiendo de mi estado de ánimo, podía entrenar mucho menos.
Yo entrenaba porque deseaba ser más fuerte, ese era mi norte, ser más fuerte para que me respetaran, como a Vladimir Putin y aún así no estaba ni cerca de eso, siempre se metían conmigo y eso que hacia muchos combates de entrenamiento lo que me daba cierta seguridad en mis capacidades.
Una tarde de esas en las que no fui a entrenar, me dirigí con mis amigos a jugar unas partidas de fútbol, allí jugaba toda clase de gente, lo que te puedas imaginar, había un sujeto que trabajaba descargando camiones, es decir, acostumbraba a bajar sacos muy grandes que pesaban unos 60 kg llenos de verduras y cosas así, era muy fornido, aparte de eso acostumbraba a fumar marihuana antes de jugar.
Para mi horror tuve un encontronazo con él, porque era muy rudo jugando, nos fuimos a los golpes, me defendí muy bien, pero mis golpes fueron como una fresca brisa para él, cuando tenia la oportunidad lo atacaba, pero no podía hacerlo retroceder, no podía quitármelo de encima, este sujeto quería matarme, afortunadamente mis amigos intervinieron y detuvieron la pelea.
Después de eso me sentía como una gelatina, no podía dejar de temblar y me di cuenta de algo, si no hubiesen detenido la pelea, lo más probable es que me hubiera ganado.
ME SENTÍ DERROTADO
Al llegar a casa pensé mucho en el asunto, pasaron los días, semanas y no dejaba de preguntarme por qué me había derrotado, me dediqué a investigar como vivía el sujeto en cuestión, sus padres habían muerto, la casa no tenia comodidades de ningún tipo, vivía con sus hermanos y las mujeres de éstos, aparte de eso él tenia mujeres por demás.
Su trabajo empezaba a las 3 am y terminaba a eso de las 10 am, también me dijeron que se dedicada a robar comercios junto con su pandilla, era un hombre peligroso, tuve suerte de que no me matara.
Sabiendo todo esto, no veía por qué yo no pude vencerlo, mi técnica de pelea era superior, jajaja que iluso fui, la respuesta me llegó una mañana de sábado, mi mamá nos preparó el desayuno y me dijo mira tu plato, había preparado unos hot cakes y con el queso fundido pintó una carita feliz.
LA REVELACIÓN
¡BANG! Sentí como un disparo en la cabeza, en ese momento pude verlo claramente, el sujeto me habia derrotado porque yo era un débil mental, era un niño mimado, tenia mis 3 comidas aseguradas que mi madre me preparaba con mucho amor, me levantaba a eso de las 7:30 am a 8 am, siempre cuadraba mi horario en la universidad para no tener que levantarme temprano, mi padre me llevaba cuando podía, tenia agua caliente para bañarme.
Mi forma de vivir me alejaba de toda incomodidad, de todo dolor, ese era el problema, no tenia la mente de un guerrero, era solo un hijo de papi y mami, pero me decidí a cambiar .
Comencé a estudiar a los guerreros samurais, los monjes shaolin, a los boxeadores de antaño más exitosos, taoísmo, sobre la autoestima y asertividad y di con la clave, pude hallar un método para ser más fuerte, pero yo deseaba ir más allá, que con solo mirarme, cualquiera se lo pensara muchas veces antes de retarme, es decir yo quería ganar sin tener que pelear.
¿Qué fue lo que aprendí? Bueno, en la próxima parte les comento cuales fueron los cambios que hice en mi vida para que tú también aprendas y te beneficies ellos, saludos.