El principal referente de las finanzas descentralizadas en el mundo ya se encuentra superado por muchas criptomonedas, solo la fe lo mantienen como líder en el mercado.
Bitcoin es la criptomoneda número uno del mundo, la fundadora, la que goza de mayor confianza, la que posee mayor capitalización de mercado y la que se cotiza mejor. Pero, ¿realmente merece ser la número uno?
Para catalogar el liderazgo de alguien o algo, lo primero que se debe hacer es identificar y analizar los méritos que nos indiquen científicamente el porqué de este fenómeno, ejemplo el automóvil más rápido del mundo, el más seguro, el más fuerte, etc.
Sin embargo, esto no es algo que podemos apreciar con el Bitcoin, ya que si profundizamos y analizamos en cada uno de los factores que la deberían hacer merecedora del primer puesto, podemos apreciar que muchos de estos méritos no los posee.
Ejemplo de esto, es que hay muchas criptomonedas que superan con creces al Bitcoin en diversas áreas de análisis:
Velocidad de transacción:
• Bitcoin: Aprox. 1 hora (dependiendo de la tarifa).
• XRP: 3-5 segundos.
• Stellar: 3-5 segundos.
• IOTA: 3-5 segundos.
Costo de la transacción:
• Bitcoin: $ 40
• XRP: $ 0.004
• Stellar: $ 0.001
• IOTA: $0
Transacciones / segundo:
• Bitcoin: Aprox .10
• XRP: 1500
• Stellar: 1000
• IOTA: 1000
Aunadamente, IOTA ofrece mayor seguridad (protección frente a posibles ataques y hackers), esto gracias a su tecnología Tangle que le permite poseer resistencia incluso a la computación cuántica, además esta tecnología destaca por ofrecer una escalabilidad infinita, entre más usuarios se unen a IOTA su funcionalidad mejora tanto en capacidad como velocidad. Tampoco se puede dejar a un lado el ahorro del gasto energético, ya que IOTA descarta la minería para resolver los cálculos matemáticos, en su virtud son los mismos usuarios los que confirman dos transacciones antes de realizar la propia.
Tampoco se puede dejar a un lado que existen dos criptomonedas y plataformas Blockchain que destacan por ser más descentralizada y democráticas que el Bitcoin, tales son los casos de NEM y Dash, esta última lo refleja a través de su Sistema de Gobernanza Descentralizada Auto-Sostenible por Blockchain (DGBB).
Todas estas mejoras mencionadas evidencian que aunque el Bitcoin sea la criptomoneda fundadora, la que goza de mayor popularidad y confianza, se ha quedado rezagada en cuanto a escalabilidad, seguridad y descentralización, ya que muchas propuestas se han atrevido ir más allá, acciones cruciales que un líder debe ejecutar para mantenerles a la vanguardia.
En cualquier otra área de la tecnología global (software y hardware), ya el Bitcoin hubiese sido reemplazado. Podemos ver por ejemplo como los smartphones compiten constantemente, lo propio hacen las redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter, Youtube, Linkedin, están todos los días trabajando en la escalabilidad y evolución para no dejar de ser líderes.
Entonces; ¿Qué mantiene al Bitcoin de número uno?
En esencia lo que mantiene al Bitcoin en el primer lugar es la confianza de las personas: usuarios, empresarios, desarrolladores y mineros creen en el Bitcoin, en muchos casos ciegamente, al punto que se ha comenzado gestar una especie de religión, ideología o fanatismo en las personas que no les permite ver que esta criptomoneda necesita ser escalada con urgencia.
Basta leer algunos titulares y poco a poco nos podemos percatar de que esto está ocurriendo:
• “La fe en Bitcoin y su capacidad de obrar 'milagros' para toda la sociedad”
• “Padres primerizos deciden llamar Bitcoin a su bebé”
• “El fundador de McAfee se comerá su pene si el Bitcoin no alcanza el millón de dólares en 2020”
Sea por religión, ideología o fanatismo la mayor parte de la criptocomunidad mundial se adhiere al Bitcoin sin tomar en cuenta los factores que deberían hacer de esta cripto una mejor opción.
Queramos o no el Bitcoin es un producto, que posee target, y los targets necesitan ser cultivados y una de las mejores formas de hacerlo es precisamente pensar en la calidad de la oferta, es decir, el mejoramiento de la escalabilidad que le permitan estar de verdad a la vanguardia.
El Bitcoin, trajo consigo la transformación financiera del siglo XXI, sin embargo, los factores de poder detrás del él, aunado con un fuerte dogma religioso de un importante grupo no están permitiendo que su escalabilidad evolucione para que realmente sea el principal referente de las finanzas descentralizadas de nuestro tiempo.
Marcelo Durán.
Periodista y Articulista
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