Un llamado a no caer

¿Y quién era yo si no eras tú?
Y como reflejo difuso del espejo antiguo
manos, piel, ojos y labios
hablaron a su sabio modo.
¿Lo escuchaste?
Yo no pude hacerlo
me había vuelto ciega y muda al mismo tiempo.
Y de entre los susurros casi extintos del propio corazón dormido…despertaron los sueños reprimidos.
Juntas…una frente a la otra
¿Quién eres tú sino soy yo?
Escapando de la vida que una vez dolió.
Y mientras los ojos no se quieran cerrar
será indicio que podemos continuar
en ese sueño que se llama REALIDAD.