¡Crónicas de un apagón: Día 2!

Una vez descansado aquel viernes por la mañana me levante con un solo objetivo, el de ir al departamento a ver si mi hermano había llegado tome agua, cruce el pasillo y abrí la puerta, mi hermano no estaba, pasado algunos minutos decidí bañarme con agua que estaba en unos pipotes en el baño, me arregle y salí para la clínica. Les recuerdo que para ese momento ya yo estaba totalmente incomunicado, no tenia nada de pila en el celular y apenas contaba con agua en el baño . En el camino mientras bajaba los 13 pisos y llegaba a la clínica el ambiente se tornaba tenso, la calle estaba sola y al llegar a la clínica la zona de espera estaba desierta, solo se escuchaba el sonido de las plantas eléctricas de todos los hospitales y clínicas de la zona.

Subí mis 5 pisos correspondiente para llegar al consultorio, ahí me encontré con el Boss quien compartió sus vivencias de estas horas sin luz. En el ínterin puse a recargar el celular y una vez que prendió esperaba hablar con todas aquellas personas de mi circulo social y familiar que me preocupaban, pero no hubo éxito las lineas estaban caídas. Con el paso de el tiempo y hablando con los compañeros de trabajo entre en cuenta de que en la casa teníamos comida y comida como para 2 o 3 días si acaso. Entrada ya las horas de la tarde decidí irme a la casa, si subir 13 pisos de nuevo, con la esperanza de saber algo de mi hermano. En horas de la tarde la luz llego unos minutos y ahí mi teléfono recibió señal, aproveche de llamar y ponerme en contacto.

Ahí fue cuando pude hablar con mi mamá, estaba bien pero aun sin luz y ella misma fue la que me dijo que mi hermano había hablado con ella, el le había dicho que se quedaría en el trabajo ya que sin luz y por ende, sin metro era imposible llegar aquí. Ya a eso de las 3 de las tarde llego mi hermano, estaba bien y nos pusimos a preparar comida, mientras las horas sin luz volvían a transcurrir. Yo solo me preguntaba ¿Cuanto tiempo mas estaremos así? hace un tiempo que no vivo en Cúa, decidí venirme a Caracas por mi trabajo y por los servicios, ya que en mi casa faltaba toda la semana el agua y ademas la luz se iba cuando quería. Yo me negaba acostumbrarme a pasar trabajo y que mi persona comenzara ver todo esto como normal.

Los fantasmas de mi ida de Cúa me perseguían pero ahora en Caracas y no solo en Caracas, todo un país se sumergía en la oscuridad mientras no se sabia la razón. La noche de aquel día fue una de las noches mas largas, hacia mucho calor, tenia sed y encima de eso lo menos que tenia era sueño, ese día por obvias razones no vi ni un paciente, ninguno pudo llegar o estaban mas pendiente de solventar la crisis del agua en sus casas. Al menos ahora no estaba solo, mis armas en ese noche era la compañía de mi hermano y un maso de cartas. El silencio de las noches sin luz es único, cualquier cosa es suficiente para alterar ese silencio, tiros, patrullas y gritos de personas manifestando su descontento con la situación se apoderaron de esa noche mientras yo desde mi arrechera trata de conciliar el sueño y planeaba el día de mañana.

Así transcurrió el día 2, sin agua, sin luz y sin pacientes, el corto tiempo que tuve señal pude comunicarme a medias con mis seres queridos, pero no alcanzo para informarme de la situación, mi mente solo maquinaba lo peor o lo mejor...una vuelta de la luz con una gran noticia era lo que deseaba pero la verdad eso quedaría eso muy lejos, de esto hablaremos en la tercera entrega, por los momentos me despido desde un lugar muy oscuro.