Por la ventana la vi a ella, debo admitir que me cautivo al momento, podía decir era mi tipo. Ella tenía un rostro que mostraba fuerza, decisión, independencia y algo de locura, pero todo era una trampa.
Duré un año intentando demostrarle que quería algo serio, no tienen idea cuanto insistí hasta que por fin ella me dio la oportunidad. Por cierto, su nombre era Deyanira. Me gustaba ese nombre cada vez que podía en soledad lo pronunciaba, era perfecta.
Y salimos, nos hicimos pareja e incluso les demostré a todos que éramos novios. Al principio ella no se lo demostraba a nadie, pero yo hice hincapié de que todos supieran que era mía. Entonces Deyanira comenzó a cambiar, me dijo que quería terminarme. Sin embargo, la convencí con mis palabras. Fue un mes largo de tensión, finalmente me dijo que quería tiempo a solas.
La deje sola, pero la vigilaba a donde quiera que iba ¡Ella era mía, nada más mía!, pronto supe que se veía con su ex. Al principio pensé que eran solamente amigos, más las circunstancias dijeron que no era así.
Algunos quizás tomaran por la vía libre y la dejarían en paz, mas yo no podría vivir sin ella. Intenté dominar mi rabia, pero la liberé una noche cuando vi a su ex solo, ¡que hice! Lo asesine violentamente, lo merecía por creerse el macho romántico.
Luego me tranquilicé, pero me volví adicto. Han pasado 5 años, más las parejas de ella mueren, mueren de mi mano culposa y adepta.
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