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Martes en la tarde después de un día relax con mis amigos al estilo ganjastyle, de regreso a mi casa, voy caminando pendiente no me vayan a robar ni tampoco toparme con policías, pues estoy en un país muy peligroso y donde la ganja es ilegal y muy criticada. En eso, veo cuatro niños corriendo hacia mi dirección como en un onda de que estaban huyendo de algún peligro cercano. Pienso:
-Esto qué demonios significa. Espero no sea la muerte quien los este persiguiendo.
Dejo muy atento que pase el tiempo detalladamente, a ver si en verdad hay peligro inminente, espero y nada. No sé si lo estaban haciendo apropósito o solo iban apurados. Al final, falsa alarma pero el susto fue aterrador.
No pasa nada, y termino de llegar al edificio donde vivo, tengo que tomar ascensor pues vivo en un piso alto. Al llegar cruzo los dedos para que la zona de espera del ascensor estuviese vacía, no quiero lidiar con nadie porque vengo de una reunión de ganjastyle, y a pesar de utilizar colirio para blanquear los ojos, la cara se me pone como si me fuese tomado unas cervecitas. Al fin y al cabo, mis valores me demandan, estar presentable en público en todo momento.
Llego a la sala de espera y esta un grupo de personas aglomeradas, hablando y riendo y pienso:
-Hay cosas que no se pueden evitar
El plan iba perfecto y solo pensaba en llegar a mi cuarto, prender la PC y a jugar online, estaba tomando el ascensor cuando de repente, apareció el Pastor de la Iglesia, que es un tipo que sabe discernir, además ser un poco molesto a veces. Como en una reunión súper privada, porque íbamos a pisos altos los dos, empezamos una conversación, donde el Pastor me pregunta:
-¿tú sabes que todo hace daño, el cigarro ataca a los pulmones, el alcohol al cerebro y la marihuana también debe dañar algo, o me equivoco?
Estoy paz y amor y de verdad que no me lo esperaba, así que quede aturdido por milésimas de segundo, no podía elegir la respuesta adecuada para darle una lección y para que dejara el tema. No era el momento. Lo único que se me ocurrió fue:
-Tienes razón Pastor, pero todo lo que hagas, si lo haces con responsabilidad, no hace daño alguno.
Gracias a Dios se abrió el ascensor y termino esa conversación. Camino por el pasillo, llegando a la puerta del apartamento donde resido, oigo mucho ruido dentro de mi casa y pienso:
-Demonios. Mucha gente en casa.
Puedo exponerme demasiado si son personas que no conozco y tiene una clase de valores y moral diferentes y la ejercen con gran intensidad, como un policía súper honesto. Ósea puedo estar en problemas.
-Hola mama, bendición.
-Dios te bendiga hijo, conoce al nuevo vecino.
Al ver detenidamente a los invitados, veo a mi tía, mi mama, mi hermano, la esposa del pastor y un tipo de espaldas; que era un tipo alto, moreno, con una edad entre los 35 y 40 años, tiene puesto un pantalón oscuro y una camisa azul, al voltearse para darme la mano, veo muchas condecoraciones y espero que sea un bombero o algo así. Era un policía! de esos que te estrechan la mano con fuerza y te ven directamente a los ojos, como diciéndote:
-“Se que acabas de fumarte un porro, estas en mis manos”
Aunque las probabilidades de que no me descubrieran ya no importaba, y que me encontraba en manos del destino, voy a la nevera a tomar agua, y pienso “mi última arma seria hablar coherencias y ser educado”, así que, me dirijo hacia mi cuarto muy tranquilamente, a una velocidad normal, pero sin antes decir:
-Permiso
Y me fui, llegue sano y salvo a destino.
Fin.