Creo que todos hemos tenido ese amor loco, descontrolado, que no queremos dejar ir, que contra viento y marea mantenemos a flote, a penas pero a flote al fin y al cabo.
¡Y no hay dolor más grande que saber que ese amor no durará, porque, señores y señoras, esa clase de amor es una simple ilusión!
Aunque lo neguemos con todo el dolor del alma y corazón.