Hola amigos de Steemit. En los últimos años diversas organizaciones científicas han evidenciado un aumento en el agujero de la capa de ozono en la zona del Antártico, lo cual provoca mayor incidencia de la radiación solar ultravioleta de alta frecuencia.
Como bien sabemos, la capa de ozono se encuentra dentro de la atmosfera terrestre y su función es de protegernos de los rayos ultravioletas provenientes del sol (también llamados rayos UV), absorbiendo entre el 97 – 99% de los mismos. Dicha capa se encuentra a una distancia de 15 a 50 km de la superficie de la tierra.
La destrucción de la capa de ozono se ha acelerado en comparación a su ritmo natural debido a la producción de ciertas sustancias llamadas HALOCARBONOS, las cuales generan el adelgazamiento de la capa y los conocidos agujeros de ozono, con lo cual la Tierra pierde protección contra la radiación solar. El paso de los rayos solares más fuertes provoca en la vida humana enfermedades como quemaduras, cáncer de piel, cataratas en los ojos, así como daños a cultivos como el arroz y la soja entre otros.
En un informe elaborado por científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en ingles) en EE.UU, indica que existen países que aun están produciendo este tipo de sustancias.
De igual manera, un estudio realizado por Universidad Shenzhen en China y publicado en la revista Environmental Science & Technology, reportó que posiblemente sea China el país que este generando emisiones de sustancias químicas prohibidas que en los últimos años han aumentado el deterioro de la capa de ozono.
Las sustancias indicadas en el informe son los clorofluorocarbonos (CFC-11), las cuales son compuestos químicos producto de la combinación de flúor, carbono y cloro utilizados en antiguos refrigeradores, aerosoles y solventes, y que fueron prohibidos en el Protocolo de Montreal. China es el mayor productor y consumidor de estos aparatos y, al no reciclar los dispositivos que contienen CFC-11 de manera adecuada, los indicadores de esta sustancia aumentan y, por ende, el deterioro de la capa de ozono.
Debido a que las moléculas de CFC-11 son suficientemente grandes y robustas, pueden alcanzar la parte superior de la atmósfera y permanecer intactas. Una vez allí, la luz ultravioleta del sol las rompe, generando la liberación de átomos de cloro los cuales pueden destruir rápidamente las moléculas de ozono.
Los datos recogidos por los investigadores que evalúan el estado de recuperación de la capa de ozono mostraron que, desde 2002 hasta el 2012, las sustancias químicas liberadas en la atmósfera estaban disminuyendo de forma constante. Posteriormente, un estudio publicado en la revista especializada Nature, indicó que la tasa de disminución de las concentraciones de CFC-11 observadas se han desacelerado en alrededor el 50%.
Luego de analizar diversas causas posibles, los científicos concluyeron que las emisiones de CFC-11 han aumentado después de 2012. Esta conclusión fue confirmada por otros cambios registrados en las mediciones de NOAA durante el mismo período, como una diferencia cada vez mayor entre las concentraciones de CFC-11 en los hemisferios norte y sur.
Esperemos que la comunidad mundial tome conciencia sobre este tema y las diversas organizaciones cumplan con el Protocolo de Montreal. Es verdaderamente terrible el daño que causan estas sustancias a la atmósfera, y las consecuencias que han generado sobre el planeta y nosotros.