Por favor dígale que la amo
Si usted la ve, dígale que me hace mejor persona.
Si usted la escucha, dígale que sus confidencias me las llevare al sepulcro.
Si usted la huele, dígale que el olor de su cabello me calma.
Si usted la prueba, dígale que su sudor es como el mar.
Si usted la toca, dígale que necesito sus abrazos una vez más.
Por favor dígale que la amo.
Dígale que la distancia no es nada si vemos la misma luna.
Dígale que somos almas que dejamos huella en la fuente.
Dígale que tiembla porque ambas pisamos al mismo tiempo.
Dígale que el sol sale, para ver nuestras sonrisas, aunque ahora estas estén tristes.
Dígale que bailo a su son aunque su cuerpo no me acompañe.
Dígale que el tiempo se detuvo en una lágrima que nunca salió.
Nosotras gemelas desastrosas, que escondimos las lágrimas en una sonrisa toda la vida. Nos llegó el día de separarnos y en un abrazo sin llantos, sin palabras tiernas, sin grandes caricias, nos despedimos con un simple “Nos vemos cuando nos veamos” y seguro será así. Espero sea pronto. Mientras tanto, cada vez que usted se tope con ella dígale que la amo, porque yo nunca se lo pude decir.
