Hace muchísimo tiempo que no escribía ni una sola palabra que hablara de como me siento.
Siempre buscando que hacer, que revistas recortar hoy, que serie de fotos ponerme a tomar...
No me había dado chance de percatar del terror que me parecía sentarme a sincerarme conmigo misma.
He estado volviéndome en capas para no padecer cosas a las que me gusta denominar ''innecesarias'' de sentir. Y aunque sabía que algo no estaba muy bien, no me había dado cuenta realmente de cuantas capas llevo encima.
Cuando le temes a estar solo, y me refiero a estar con uno mismo, es entonces cuando sabes que estás haciendo todo mal.
Un montón de personas estamos en este momento llenándonos de trabajo, organizando encuentros con los panas, viendo series en Netflix y una lista innumerable de cosas más para huir de estar consigo mismo. A veces no nos da chance de verdad, pero muchas más veces lo evitamos como manera de caernos a rollo.
¿A dónde va el sentimiento amargo cuando dices ''ya pasó'', ''no me duele'', ''estoy bien'' cuando es mentira?
Nos sentimos mal cuando las personas que queremos nos mienten.
Pero no nos sentimos tan mal cuando nos mentimos nosotros mismos, y eso que lo hacemos a diario.
Las cargas emocionales las he comenzado a ver como un montón de ropa sucia en la silla de la computadora del cuarto, y la vida es tu mamá que te forma peo cada vez que ve como se te está acumulando todo. Y tú, eres tú... que no le paras bolas y sigues echando la ropa en el mismo lugar siempre una y otra vez.
Mi mamá siempre siempre me ha dicho ( hablando de mi mamá) que la única relación que vas a tener toda tu vida es la que construyes contigo mismo, y que nada debe importar más que estar en paz con uno. Pero también me ha contado su historia de como dejó ir al amor de su vida por casarme con mi papá, que no la valoró y trató mal por mucho tiempo, soportando una situación que no la hacia feliz por sus hijas.
Ya entiendo que no me dice lo primero porque lo usó como mantra de vida, sino porque no quiere que me atrape con cosas que no me hacen feliz como se atrapó ella.
Nadie nos enseña a querernos de verdad, y no hablo de querer estar bonito, asearse, comprarse ropa para sentirse bien e ir a la peluquería. Ningún profesor en la escuela, ni la familia en la casa, nos enseñó a que pase lo que pase, tenemos que escucharnos para saber lo que queremos y lo que nos hace verdaderamente feliz.
Nadie nos enseñó a dejar de romantizar la idea de que debemos buscar nuestra media naranja para sentirnos completos.
No nos enseñaron a valorar y a sentir necesario los momentos a solas para conocernos realmente y hacer introspección para saber algo más que nuestro nombre de pila, nuestra comida favorita, el pasatiempo que más nos gusta y la música que preferimos escuchar.
Nos convertimos en nuestra propia pera de boxeo y no es culpa de nadie, es culpa tuya, mía, nuestra.
Siempre he tenido tiempo para mí, pero no tiempo conmigo.
¿Cuantas capas tenia que ponerme para sentarme a escribir esto?
¿Cómo hago para quitármelas?
La verdad no sé como hacerlo, pero ya no las quiero puestas en mí porque me aprietan.
Y a ti también.