“La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar el alma que habita tal cuerpo, y si aquélla es tan bella como ésta, es imposible no amarla.”
― Sócrates
Yo creí,
que su mirada no para recordar,
que su esencia no era digna de perdurar,
que su vida en la mía no se podría enlazar,
¡Creí muchas cosas!
la ambición me hizo cegar,
cambie dinero por besos,
lo esencial por terrenal.
Y hoy lo lamento,
no existe nadie que cubra ese lugar,
que dejó en mi alma y pensamiento,
en mi pasado por no pensar.
Ella fue la única que entendió mi ser,
que a pesar de los temores,
entre mis miedos se supo imponer,
y aunque tengo dinero nada me puedo merecer,
hoy solo soy mendigo por no poderla tener.
Este poema le escribí hoy, espero le haiga gustado, saludos...