No hay disfraz que pueda ocultar largo tiempo al amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay. (François de la Rochefoucauld)
perceptible, aunque cegaba mi razón,
sublime con esa atracción que proponían tus labios,
que me estafaron aun yo siendo el estafador
abrazando eso sagrado que solo era falso anhelo,
y al explorar tu cuerpo no fue definición de lo bello,
en aquel supuesto cielo, eras tú, nuestra cama y tu infierno
más que querer dinero y jugar con el amor,
pero te equivocaste a involucrarme en tu ambición,
luego de cierto punto soy yo quien tomó el control
de que me engañaste y me usaste con un adorno,
pero sabes algo no me considero perdedor,
recuerda que ahora tengo a alguien y tu súplicas por amor
