
Sobre los brazos de Katie reposaba su madre, Teodora, una dificultad en su respiración, las habían llevado al hospital de la localidad.
En la sala del hospital, habían muchos pacientes que estaban en las mismas condiciones, algunos que se les aplicaba la medicina, morían minutos después sin causa alguna.
En manos de los hijos de Teodora habían papeles con recipes medicos, que contenían hasta 20 medicamentos, eso debido a que en el pueblo no se encontraba la medicina.
Los médicos daban respuestas vacilantes sobre el porqué de los casos de las personas que morían, algunas decía que era una breve enfermedad que atacaba los pulmones de las personas mayores.
Aún así, muchos niños y jóvenes no escapaban de la crueldad de esta enfermedad, que en pocos días, se cobró la vida de muchos inocentes.
Teodora no fue la excepción, en sus últimos suspiro, se aferraba a los brazos de su hija, mientras la miraba a sus ojos deseando que su destino fuera diferente.
Minutos más tarde, dió su último aliento, los llantos en la sala del hospital, de unían en coro junto a otros, entonando una melodía cargada de tristeza y desazón, al no saber siquiera que era lo que les quitaba a sus seres queridos.
Meses más tarde, se dió con la causa.
Una empresa minera había usado material tóxico al explotar minas, todo este iba a parar a lago que estaba cerca de la localidad, toda el agua llegaba a casa de las personas.
Provocando al ingerirla, una muerte casi segura.
Aunque está historia pareciera sacada de una libro, a pasado en cientos de lugares, dónde se a convertido en algo real.
Demostrando que la razón principal de las muertes y sufrimiento, a sido ocasionada por los mismos seres humanos, quienes solo velan por sus propios intereses sin que le importe el bienestar de los demás...