En innumerables ocasiones estuve aquí, frente a un papel en blanco, uno que
No sé cómo empezar esta carta, empezando porque yo no escribo (ni escribiré por
reclamaba plasmar mis sentimientos, mis vivencias, mis amores fugaces, que sin
nadie) … pero creo que es necesario hacer el esfuerzo y alejarme de esos miedos
querer, aun revolotean buscando una entrada en mi atareada mente para hacerme recordar
absurdos. Es muy difícil para mí explicarte ese mundo complejo de mi mente, ese complejo
los momentos felices que contigo experimenté. Mas no es por eso que te escribo, Mis días sin
mundo que una vez comparaste con un templo lleno de puertas, pasadizos y escaleras, me
ti se han vuelto una tortura, observo tus fotos, nuestras alocadas conversaciones, y me cuesta
gustan tus analogías, me gusta cómo puedes llenar de vida momentos tan monótonos,
creer que aun amándonos estemos creando una robusta pared de ladrillos, que por más que
amo que intentes animarme a cada momento, y sé que, aunque a veces me
intente derrumbar, siento que estoy contribuyendo a su construcción. Mi maga, mi Julieta,
demuestres que solo piensas en ti y en tu disfrute personal, sé que en el fondo
mi Rose, mi amor… cada día que pasa aumenta mi ansiedad, mi emoción por verte relucir y
piensas siempre en mí. Sé que a veces fui cruel contigo o te hago sentir que no valoro
brillar detrás de esa hechizante sonrisa, esa sonrisa de la cual, esa tarde de julio, sin
lo que haces por mí, pero espero que entiendas que todos esos detallitos que son tu
darme cuenta, terminó volviéndome loco por ti.
especialidad, tienen un pequeño espacio en mi corazón.
J. Alezzandro