@gracielaacevedo Le informó que me atrapó su narración y quedé algo sorprendido con el final. Le explico porque, hasta el presente consideraba que la mayoría de los antepasados nuestros practicaban la honradez, al punto que como he escuchado en varias ocasiones, en las casas "se dormía con las ventanas (no se sí las puertas también) abiertas".
Al leer que no encontraron la lora Petra al llegar a la casa de su madre o abuela, nunca imaginé, que alguien pudiera haberla robado. Mucho más me sorprende el hecho de que personas adultas fuesen capaz de ocultar el producto de un hurto, aunque sea de un animal doméstico.
Quizás usted por alguna razón no contó el resto de esta historia, para no entrar en detalles, que cambiarían el tema de su publicación, que fue los instintos prodigiosos de la lora de Felícita Castro.
Respetuosos saludos y muchos éxitos en hive.blog.
RE: La lora de Felícita Castro