¿Cómo es estudiar pasados los 30 años?

Hola queridos amigos de esta nuestra plataforma conocida como Steemit. Hoy vengo a lanzaros una pequeña reflexión sobre cómo es estudiar pasados los 30 años y si vale la pena lanzarse o no a la aventura.

Para ello dejadme que os cuente mi vivencia, pues en ese sentido os está hablando la voz de la experiencia, y no es por lanzarme flores, no, sino porque soy uno de ellos.

Mirando al pasado

Dejé los estudios a los 18 años, y desde mi salida del instituto estuve dando tumbos por trabajos de mala muerte en donde me pagaban lo justo para poder permitirme un cine en mis días libres.
Llegó el día en el que me despidieron sin mostrar el menor síntoma de compasión por mí, pese a llevar bastantes años en la empresa. Y ahí estaba yo, con 29 años, rozando los 30 y sin saber qué hacer.
Ya por aquel entonces me interesaba todo lo relacionado con el mundo del misterio y su divulgación, y fue ahí cuando dije para mis adentros...¿Y por qué no estudias periodismo?

Preguntas se ciernen sobre mi cabeza

La toma de esta decisión trajo consigo preguntas cuyas respuestas brillaban por su ausencia, o de lo contrario, en cierto modo casi me hacen retroceder en mi imperiosa decisión. Algunas de ellas fueron las siguientes:

• ¿Vale la pena ponerse a estudiar a mi edad?
• ¿Qué haré yo con 30 años, rodeado de niños de 18 recién cumplidos?
• ¿Qué pensarán de mí si algún día llegan a contratarme?
• ¿Me acordaré de cómo se estudia?

Si queréis saber las respuestas a dichos enigmas, seguid leyendo esta pequeña pero a su vez savia reflexión sobre ¿Cómo es estudiar pasados los 30 años?

Mi acceso a la Universidad

Para poder llevar a cabo esa meta, tuve que aprobar un examen para mayores de 25 años. La prueba fue bastante sencilla, pero me llevo unos cuantos meses de preparación. Preguntas de cultura general, idiomas y algún que otro comentario de texto. He de decir que lo superé y con nota. Ese fue el primer obstáculo superado con éxito, pero aún quedaba un largo y tedioso recorrido por delante.

¿Qué pasó una vez dentro?

Efectivamente, mis pronósticos se cumplieron, era el marginado de la clase. Pero si os digo la verdad, eso no me importaba lo más mínimo. El tener cierta edad conllevaba que a su vez dispusiera de una especie de coraza protectora invisible que hacia que nada me afectara. Los años de Universidad pasaron relativamente rápido, con sus más y sus menos, sus altos y sus bajos, pero pasó y al final me gradué. ¡Soy periodista!

Respondiendo a las preguntas sin respuesta

Bueno, pues creo que ahora ya podemos responder a las preguntas anteriormente citadas. Los enigmas han encontrado su solución. No ha sido fácil, pero podemos dar por zanjado dicho acertijo.

• ¿Vale la pena ponerse a estudiar a mi edad?

Por supuesto, nunca es tarde para empezar algo que te apasione, nunca. La muerte está tan segura de alcanzarnos que nos deja toda una vida de ventaja por delante, aprovéchala.

• ¿Qué haré yo con 30 años, rodeado de niños de 18 recién cumplidos?

Pasa de todo, recuerda esa coraza protectora invisible. Serás el abuelo de la clase, el pureta con el que nadie contará para ir de fiesta. Asúmelo cuanto antes. Pero recuerda que algunos profesores probablemente tendrán tu misma edad. ¡Haz que esto juegue a tu favor!

• ¿Qué pensarán de mí si algún día llegan a contratarme?

Absolutamente nada malo. En ocasiones las empresas asocian edad con responsabilidad, y los más jóvenes están en desventaja. Tú, todo lo contrario. Estamos hablando de 30 años...no de 80...

• ¿Me acordaré de cómo se estudia?

Eso es como montar en bici, jamás se olvida.

Espero que este pequeño post haya servido para esclarecer ciertas dudas y a su vez desvanecer ciertos miedos. Si así fue, espero contar con tu upvote y tu follow