¿Y qué me cuentas hoy Gilberto? te tengo buenas noticias, ya me ascendieron, al director le gustó mi exposición con los gerentes del área de informática, que impresionante cómo podemos impactar a la gente.
¿Cuéntame tú, yo he hablado mucho de mi.
Bueno Estefanía, yo estoy bien pero al igual que tú quiero surgir en esta empresa pero como podrás darte cuenta Eugenio mi jefe directo, me hace sombra, mostrándose el, el asesor perfecto, pero los caballitos de batalla estamos rezagados.
Estefanía le comenta -Gilberto recuerda llamar más la atención, pero cuéntame que te gusta más a ti, no se la verdad, ando perdido entre muchas cosas, no logro definirme pero voy a centrarme y así lograr objetivos más definidos.
Pasaron 4 meses, luego de una intervención quirúrgica que le hicieron a Estefanía y le tocaba reincorporarse a su empleo.
Estefanía llega a su oficina y se da cuenta que ya no está sus cosas y decide preguntarle a Gilberto que a pasado, Gilberto muy ansioso la llama a una oficina aparte diciéndole que la pasante que ella había formado por unos meses le había dicho al director que todo él sistema operativo lo había pasado a la competencia. Estefanía muy molesta llama a su jefe.
Y entre la conversacion escucha a lo lejos la voz de Gilberto, hablando de unos sistemas operativos que había que reemplazar, ella muy extrañada sale a correr a la oficina de sus jefe y se encuentra a su amigo Gilberto hablando de ella, comentándole al Director ejecutivo que ella le había pedido que vendieran unas cuentas tecnológicas a la competencia. Estefanía no lo podía creer, entro a la oficina y le gritó diciéndole jamás pensé que el traidor lo tendría tan cerca pisándome los talones, el jefe noto que ella le dijo en ese tono traidor, y de inmediato el jefe pensó que si había hecho tal fechoría.
Esta historia, es real, es por ello que te invito a no dejar espacios vacíos entre tú y tus objetivos, porque alguien los querrá alcanzar.
