Fue solo un pequeño y sutil roce, pero lo suficientemente enérgico como para sentir el vuelco de sus adentros, esa extraña persona volvió a aparecer, pero en esta ocasión no se trataba de sus vívidos sueños, o eso creía.
No era ésta la primera vez que la medicación lo confundía hasta el punto de la total desorientación sensorial.
- Póngame uno de esos por favor
- Aquí tiene su cambio
- Gracias
Al coger las monedas, su chaqueta rozó levemente con la mano de Soul, en ese mismo instante le vinieron a la cabeza un millón de imágenes y fue entonces, cuando recordó partes del sueño que lo había estado perturbando días atrás. De repente le vino el recuerdo de la misteriosa mujer del monóculo de sol.
No parecía una persona de su época, las desgastadas y anchas ropas que llevaba hacían que se asemejara más a un ser de una época post-apocalíptica que a alguien de nuestro espacio y tiempo.
Vestía unos pantalones bombachos de color marrón, una chaqueta ajustada de color morado y unas botas de un llamativo rojo chillón, pero sin duda el detalle que más le llamó la atención fue ese extraño monóculo de cristal oscuro que portaba en su ojo izquierdo.
Soul no podía llegar a entender la utilidad que podía tener ese objeto, ¿para qué tapar solo un ojo?, pero tenía que reconocer que ese extraño halo de misterio lo había cautivado hasta el punto de sentirse fuertemente atraído por la extraña muchacha.
La chica salió a toda prisa de la tienda. Tras darle un par de rápidas vueltas en su cabeza, Soul se apresuró a seguirla por las calles para ver hacia donde se dirigía.
C1. Persecución.
La joven parecía llevar mucha prisa, caminaba dando grandes y rápidos pasos y se iba adentrando cada vez más y con gran destreza por las estrechas y sombrías calles de la ciudad.
Soul salió rápidamente del establecimiento en el que se encontró con la muchacha, miró a ambos lados de la calle y marchó corriendo, pero con cautela para no ser descubierto por ésta, se dirigió hacia donde creyó ver un trozo de su chaqueta volviendo una oscura esquina de una calle.
En su camino fue tropezando con diversos obstáculos pero siempre conseguía no perderla de vista, las calles estaban oscuras, hacía ya un buen rato que había anochecido y una gran luna lo contemplaba, la situación se tornaba inquietante.
Pensó en desistir en diversas ocasiones, ya que no llegaba a entender lo que realmente estaba haciendo, pero algo que desconocía le decía que debía continuar tras ella, se sentía asustado ante la incertidumbre de lo que podía encontrarse.
Cada vez la perseguía desde más cerca, hasta que llegó a una calle sin salida hacia la cual momentos antes se había dirigido la chica, al llegar a ella no encontró nada, parecía que ésta se hubiera esfumado de repente. Tras un largo rato analizando todo lo que encontraba a su alrededor dejó de buscar, en esos momentos le vinieron mas recuerdos de sus sueños…
Mejor foto: pixabay.com