El agua escorre por las ventanas de mi alma, formando diagonales, agrisando el mundo. Árboles de emociones se elevan paralelos a las vías que me llevan a mi destino, dejando caer el agua en un festín de

Los cabellos caen sobre su cuerpo, una identidad que no es de nadie más que de la oferta de este instante, pues su alma estará vendida al postor de la esperanza, aquel que llenará de júbilo un sentido

El murmullo de la máquina que avanza transportando mis deseos, las palabras de mi corazón. La carretera, que se expande ante mis dedos, por la que se verterán mi vida y la vida de mi vida con un andar