Los Estados Unidos de América ha implementado recientemente una Política de Tolerancia Cero contra la Inmigración Ilegal. Sin embargo, algunos procedimientos utilizados han recibido fuertes críticas que han traspasado las fronteras. El punto más sensible ha sido la separación de los menores de edad de sus padres y la reclusión de los mismos en centros de detención mientras que los mayores de edad son deportados a sus países de origen. Esta vez se trata de inmigrantes, en su mayoría, procedentes de Honduras y Guatemala que huyen de la violencia que existe en esos países y buscan un mejor futuro para sus hijos.
Los defensores de los Derechos Humanos acusan directamente al Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por la decisión tomada el día 6 de abril de 2018 de aplicar una Política de Tolerancia Cero con la finalidad de procesar penalmente a todo inmigrante, o solicitante de asilo, que llegue a los Estados Unidos de América ilegalmente desde la frontera mexicana. Alegan que la separación de miles de niños de sus padres ha generado Daños Psicológicos Irreparables.