Va pasando un corazón, parece ser de un gato gruñón, quizá se salió de un cuadrado viejo o se cayó de un pájaro carpintero. No sé hacía donde se dirige, revolotea tomando formas impredecibles, un día es una estrella, otro día es una cereza. Qué raro un corazón solo, si siempre viven en un cuerpo frondoso, aunque he visto algunos en delgados zancudos, que se visualizan entre los vuelos nocturnos.

A donde ira este corazón, seguramente busca la cena para hoy; donde encontrará glóbulos con sabor a limón, para atenuar el dulce exagerado que hay en su interior. Como si me escuchará, se detiene sobre una roca limonada, contrario a lo que esperaba, ahora hay una piedra enamorada.

Historias de corazones, limones y rocas con sabores, dejemos volar los amores para que el cielo se llene de sentimientos y colores. Y, cuando @marpa tenga sueño, que quiera soñar con colores bellos, estirará su brazo y tomará un corazón que esté pasando.