Piratas informáticos, estafadores, phishing o conocidos inescrupulosos, son muchos los peligros que acechan los ahorros en bitcoin y por ello la paranoia de sus usuarios va en aumento. En este sentido, nos preguntamos: ¿cómo los expertos aseguran sus bitcoins, de qué manera se cuidan las espaldas? Hoy podemos contestar esta pregunta gracias a James Lopp y su metodología.
Jameson Lopp, desarrollador de Bitcoin y uno de los colaboradores más activos de la comunidad bitcoiner, realizó una presentación en el evento de Building on Bitcoin en donde profundizó un conjunto de ocho pasos “caseros” para mantener los ahorros de criptomonedas a salvo de maleantes.
Lopp asegura que el primer paso para ubicar los ahorros en criptomonedas en un lugar seguro es creando un archivo encriptado u ocultando dicha información por medio de la aplicación VeraCrypt, una herramienta de fuente abierta que permite cifrar y ocultar datos de manera sencilla.
Luego de haber realizado este paso y que los datos se encuentren encriptados de manera segura, entonces el usuario deberá proceder a colocar una contraseña a ese archivo generado. En este sentido, Lopp recomienda utilizar un generador de contraseñas, dispositivo que permite generar una clave aleatoria que no esté relacionada con fechas de cumpleaños, nombres de allegados o información personal; datos que no resultan para nada seguros.
Respecto a la clave aleatoria, el desarrollador recomienda utilizar la metodología del Esquema de intercambio secreto de Shamir, que consiste en utilizar un algoritmo criptográfico para dividir en fragmentos un secreto: por ejemplo, una copia de seguridad de una semilla de 12 o 24 palabras. El resultado del procedimiento implica que varias partes comparten fragmentos únicos de un secreto que solo puede ser descifrado si todas las partes o algunas de ellas se ponen de acuerdo para reconstruir el secreto.
Estos caracteres también pueden ser distribuidos entre personas de confianza, tales como amigos o familiares, destaca Lopp. Sin embargo, recomienda que sólo se les de a aquellas personas en la que se tiene absoluta confianza, así como que deberían ser claves redundantes por si alguno de los miembros la pierde o no puede participar en una recuperación de la contraseña.
En seguimiento a lo anteriormente realizado, el desarrollador destaca que el archivo encriptado debería ser copiado en una unidad de disco USB e incluso en varios de estos dispositivos, los cuales p odrían ser almacenados en bolsas de viaje —bolsas Faraday— que permitirán llevarlas a todas partes.
Entre otras recomendaciones, Lopp plantea que estas contraseñas deberían ser actualizadas cada año para evitar una filtración indeseada de información. Asimismo, también aconseja escribir un documento de instrucciones con todos los pasos para poder recuperar la data si la persona no se encuentra presente o no está posibilitada para liberar sus ahorros.
Lopp aconseja llevar consigo las instrucciones por si en algún caso al propietario se le olvida llevar a cabo una de los pasos para la recuperación de clave, ya que en caso de perder algún dato de acceso los bitcoins podrían darse por perdidos. Una situación que ha pasado en varias ocasiones con catastróficas consecuencias de ahorros multimillonarios perdidos para siempre.