Disfruta la Vida / Lo que no Esperas en Navidad -2-

El símbolo de una familia es y ha sido primordial para el desarrollo de la raza humana; aunque algunas culturas y personas no crean en los conceptos bíblicos. La familia representa una razón trascendental de un porqué vivir; la época decembrina en cualquier cultura no escapa de la reunión y reencuentro de padres e hijos y allegados.

Saludos apreciad@s amig@s de Steemit; continuaremos brevemente sobre el cambio de paradigma que tuvo Fausto, un joven de alta sociedad que siente el llamado de su corazón hacía el buen compartir y de cómo contagia a sus angustiados padres, que terminan con una lágrima de solidaridad con los aparecidos niños.

Cual la sorpresa cuando llegaron al barrio donde vivía Arthur, que tocó dejar el auto en una esquina; había obreros y en esa cuadra no hubo acceso vehicular; Arthur salió rápidamente del auto, pidiéndoles, un rato de espera; Fausto se bajó para seguirlo con la mirada, una señora le hablo desde un segundo piso y le arrojó algo.

El joven le dijo al chofer, espera ya regreso; El conductor no pudo más del susto y ha llamado al padre del joven. Le explico la situación y le dio la dirección; - Voy para allá contestó su patrón-mientras tanto Fausto se acercó a la vivienda; la señora que era mayor permaneció en la ventana, la saludo y le preguntó por los niños; espera joven ya bajo.

Doña Graciela se presentó y le comentó al joven la misma situación que Arthur compartió. La señora era quien velaba por los niños, recibía dinero de un alquiler y con eso vivía y ayudaba a los niños abandonados por su madre. Acordaron con el joven la vuelta prometida y él le dijo que en breve regresaba a los chicos.

Mientras tanto Arthur ya había cambiado a Sebas y lo traía en una silla pequeña, Fausto se presentó con sebas quién tenía una sonrisa de alegría y de asombro; entre ambos lo carretearon hasta la esquina donde quedo el auto. El conductor acomodó la silla en la cajuela trasera y Fausto le pidió que lo llevará a una frutería que vio de camino.

He llamado a tus padres, y vienen en camino; -estupendo dijo Fausto- entonces no nos demoremos, Sebas no paró de hablar y de tocar lo que alcanzó del auto, este paseo es hermoso, primera vez que alguien comparte con nosotros, decían los chicos. Han parado a comprar frutas y helados al gusto de los chicos, los cuales estaban felices, Fausto hizo una compra para llevarle a Doña Gabriela.

Al volver a dejar a los chicos; la madre de Fausto fue quien se bajó de la camioneta, disculpa hijo, venimos escoltados por la policía, tuvimos miedo por ti. Lo entiendo madre, perdona mi impulso de ayudar a los niños. Fueron a la casa y dialogaron con doña Gabriela, quedó maravillada con el abundante mercado; les comentó la situación de los niños; la señora Noelia, abrazo a los niños, les preguntó qué querían de juguetes.

Y finalmente dijo: -A sebas le pagaré un jardín para que lo cuiden y le den alimentación, Arthur debe ir a la escuela, enviaré a una empleada para que haga los trámites, Fausto con su sueldo pagará esos compromisos. Visitaremos una vez al mes a los niños, a usted le pagaremos la habitación y los servicios; por favor mantenme informada.

De regreso a casa el policía escolta, quién fue testigo, les ha felicitado diciendo: - casos como estos hay muchos; sin embargo, ni ustedes ni estos chicos esperaban este bello encuentro en fechas familiares; agregó diciendo: - oraremos en nuestro hogar con mi esposa por su vida y por el milagro que acaban de hacer.