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En el comentario anterior mencionamos que la iniciación es la influencia de los Mundos Superiores que se transmite por una cadena ininterrumpida a través de generaciones de iniciados, quienes la recibieron directamente de su maestro, y estos de sus maestros, hasta remontarse a un lugar en el tiempo donde fue el Principio Superior mismo quien se manifestó en revelación a algún Mensajero que entro en contacto directo con los Principios.
Cada centro iniciático cumple una función especifica en el momento y lugar donde esté operando, pero su objetivo principal es el de ser un centro de filiación con la Cadena Iniciática para la sociedad donde opera.
Los centros transmiten la Iniciación y a su vez ofrecen una instrucción de soporte a la realización para aquellos que se vincularan a sus respectivos caminos.
Con el tiempo y a medida que la sociedad va perdiendo contacto con los principios como norte organizador de la vida humana, los centros van también disminuyendo y cerrándose al mundo cotidiano, hasta retrotraerse en un ocultamiento casi total.
En el mundo antiguo encontraremos todo tipo de ejemplos de ordenes esotéricas, jerárquicamente estructuradas a donde acudían los buscadores de la verdad para caminar el sendero hacia los Mundos Superiores, se transmitía una iniciación que adoptaba las formas y las costumbres de esa orden en particular, y se revestía de simbolismo la enseñanza, así como la instrucción acorde con la especialidad de la orden en cuestión.
Estos discípulos levantaban velos de ignorancia para elevar en grados su conciencia hacia Estados Superiores de entendimiento, donde recibían nueva orientación e instrucción hasta alcanzar la meta de la Realización final bajo la tutela de instructores y maestros.
Cuando la enseñanza tradicional se pierde y el grado de entendimiento de los integrantes de una orden iniciática queda disminuido por las condiciones del mundo actual, en virtud a la ley de los ciclos cósmicos, estas órdenes pueden quedar como depositarias de la iniciación y de su instrucción de una forma dormida, ofreciendo solo un potencial no completamente realizado para la gran mayoría de sus miembros.
La situación puede empeorar indefinidamente hasta que el centro iniciático pierda por completo todo vínculo consciente con las realidades superiores, quedando entonces la actividad iniciática del centro como finalizada y la antorcha de transmisión extinguida. Lo que puede sobrevivir de ello, no seria propiamente un centro iniciático, sino una secta, separada y disminuida de la cadena original, que tomara el rumbo que al antojo e intereses de las individualidades humanas que puedan aun mantenerla en funcionamiento, aunque solamente desde el punto de vista exterior, así como un tronco muerto que ha perdido la vida.
En el mundo actual, los centros iniciáticos que cumplen la función consciente del vinculo con las Realidades Superiores lo hacen en comunidades pequeñas y reservadas, adoptando las formas doctrinales y simbolicas que les son características.
El objetivo de estos comentarios ha sido dar una introducción para la búsqueda y vinculación con una dicha orden iniciática, siendo esta de acuerdo con la afinidad y naturaleza del Buscador de la Verdad. La Ilaha ila Allah.