Hace unos días, me encontre con un relato en español de @pavonj que me puso a pensar en el tema de la eutanasia, esa acción de finalizar una vida o (según el punto de vista de un conocido mio) un asesinato por piedad.
El relato "El caminante, la niña y el gato" está en https://steempeak.com/spanish/@pavonj/el-caminante-la-nina-y-el-gato-or-relato-or, el punto es que de los cuatro personajes que se muestran en el cuento, uno de ellos tiene que morir y quien le da muerte no lo hace por odio, sino por algo de sentimiento de culpa y deseo de que su dolor termine.
Luego de leerlo, comenté que me había hecho recordar pensar que hay ocasiones en que la muerte es la última misericordia, de hecho recordé que había una daga con ese nombre que se usaba para dar la muerte con un remate a quienes estaban heridos de gravedad y solo les quedaba por delante una penosa y larga agonía.

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Aunque la daga de misericordia o "mano izquierda", muy propia de la península ibérica, viene de cierta idea de caballería medieval, creo que fue durante el renacimiento que se popularizó, por desgracia creo recordar que degeneró luego su simbolismo a uno un tanto problemático, porque pasó a ser usada como arma oculta (en botas, capas y otras prendas) y empleada en peleas callejeras y hay quien incluso la consideró un arma de rufianes pendencieros... Vaya cambio, de una arma noble a una de rufianes.
Hoy en día se puede considerar un tanto salvaje matar "a sangre fría", pero no me atrevo a juzgar... puede que la eutanasia sea una opción cuando el dolor y la pena sea lo único que espera a quien sufre una agonía ante la que no se puede hacer nada para aliviarla.

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Igual es duro pensar que luego de que la persona dio muerte al otro personaje tendrá que llevar ese recuerdo consigo, me hace pensar en un amigo veterinario cuando tiene que dormir una mascota porque ya no hay nada mas que hacer y lo mínimo es reducir el dolor o darle fin... cuando llevamos eso al caso de humanos se me complica aún más.
No soy partidario de dar muerte, pero no sé si puede pasar que en un momento de dolor yo mismo prefiera acabar con el sufrimiento, no quiero que tal sutuación llegue a ocurrir nunca, pero solo será en tal momento que podré saber cuál sería mi reacción, pues nunca podemos asegurar que haremos hasta que lo hacemos.