Somos más propensos, a cambiar de idea cuando tenemos razón que cuando no tenemos
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El ego, para la gran mayoría de las personas, siempre ha sido visto más como defecto, que, como virtud, siendo siempre asociado a personas prepotentes y creídas, pero también ha sido uno de los principales causantes de muchos éxitos a lo largo de la historia, aquí te dejo dos ejemplos célebres.
Bill Gates: En sus inicios, sus ideas fueron vistas como irreales, e incluso, fueron motivos de burla, principalmente cuando se conoció su decisión de dejar Harvard, es cierto, también hubo determinación, disciplina y enfoque, pero ese Ego sano, por demostrar que lo que él estaba creando iba a cambiar el mundo fue lo que lo mantuvo firme y junto a otros valores lo convirtieron en quien es hoy en día
Warren Buffett: Este ejemplo me encanta. El ego tóxico de la mayoría de inversionistas es algo históricamente conocido. En su gran mayoría, todos se creen más listos que el mercado y que sus pensamientos son los correctos. Es por esta manera de pensar que hay una tasa tan elevada de inversionistas que fracasan. En cambio, Warren Buffett, a lo largo de la historia, ha demostrado no saber más que el mercado, sino entenderlo y utilizar su conocimiento y ego para mantenerse firme a su política de inversión y no guiarse por las acciones de las masas. Siendo esta la manera de pensar y actuar que lo ha convertido en el mejor inversionista del mundo.
En resumen, en estas dos personalidades tan reconocidas, en torno al ego, podemos señalar algo en común: La capacidad de utilizar el EGO como una herramienta de crecimiento y no como un valor moral utilizando el ego como ese soporte mental al que aferrase cuando no quedaba nada en qué creer.
Por supuesto, no podemos dejar de hablar de la otra cara de la moneda, esas personas que por ego terminaron perdiendo todo lo que construyeron.
Elizabeth Holmes Fundadora de Theranos, buscando el objetivo de revolucionar los análisis de sangre, llego al punto de verse a ella misma como Steve Jobs, una innovadora que cambiaria el mundo. Al final todo su proyecto se sostenía sobre una mentira, la cual ella se aferraba a defender. Despidió empleados porque le planteaban errores reales que ella no quería aceptar. Incluso durante el juicio, culpo a todos menos a ella misma. A día de hoy cumple condena en una cárcel Federal.
Sam BankMan-Fried: Fundador de FTX, uno de los mayores fracasos de la historia financiera moderna, asociado principalmente a las criptomonedas. Lo que comenzó como un intercambio de criptomonedas exitoso, terminó con demandas de Fraude electrónico, lavado de dinero, violaciones de financiamiento y más de un millón de usuarios afectados que en su gran mayoría no lograron recuperar sus fondos. Partiendo todo de una la aplicación de modelos financieros riesgosos y rechazo al asesoramiento externo. A día de hoy su fundador está cumpliendo condena.
Dos historias en sectores diferentes, pero con mismos resultados, personas que se aferraron a su Ego de manera extrema, hasta que fue demasiado tarde y terminaron por perderlo todo, incluso hasta la libertad, casos en los que se demuestra como el Ego junto a otros factores pueden llegar a destruir hasta los proyectos más prometedores.
Fueron tan solo 4 historias, pero hay millones, estoy seguro que tu conoces varias, e incluso hasta las has vivido. Pero más allá de estas 4 historias, lo que tenemos que comprender es lo complejo y necesario que pude ser llegar a controlar nuestro Ego y que sino tenemos el suficiente cuidado este nos puede llegar a destruir.
Para controlar nuestro EGO es importante comprender que todos no somos iguales, todos tenemos nuestro Ego de fabrica por así decirlo, así que un buen método para comenzar es conocernos a nosotros mismos, entender que tanto nos pueden afectar las criticas o si somos capaces de escuchar consejos.
Otra estrategia, que también suele ayudar, es pedirle a tus padres, pareja o personas que te aprecien, que te den su opinión sobre cómo ven ellos que tú manejas el EGO, si sus respuestas te hacen al menos meditar un rato es una buena señal, en cambio si reaccionas de manera hostil, puede que tengas que trabajar más en controlar tu Ego. Esta estrategia también la puedes aplicar con temas polémicos, donde abunden las opiniones divididas, deportes, política, inversiones, si tú eres capaz de ver opiniones opuestas a la tuya y en lugar de cerrarte en banda, decides analizar la opinión de la otra persona, para intentar entender porque piensa tan diferente, estás un paso por delante de la mayoría, al final no importa si tu opinión o la de la de la otra persona es correcta o no, lo que importa es tu capacidad para valorar puntos de vistas diferentes al tuyo.
Otro método es recopilar información sobre el proyecto que deseas llevar a cabo, esta estrategia a pesar de que funciona, puede ser algo engañosa, pues muchas veces investigamos a fondo y de manera objetivo, terminamos dándonos cuenta que hay muchas más posibilidades de fracaso que de éxito, pero aún así nos lanzamos, bajo la consigna de Creo en mi y bueno en la mayoría de casos terminamos fracasando, pero junto al fracaso llega algo muy importante que si nos ayuda a manejar nuestro ego y es la experiencia, más que probado está que se aprende más de los fracaso que de los éxitos.
La experiencia es como esa alarma que suena dentro de nuestro cerebro cuando estamos tomando las mismas decisiones que una vez nos llevaron al fracaso, es como una voz que nos dice recuerda que la última vez que pensaste así fracasaste y si en realidad aprendimos de nuestros fracasos vamos a ser capaces de apartar nuestro ego y comenzar a cambiar la manera de como pensamos y como actuamos.
Entonces vamos a ir resumiendo, si quieres controlar tu ego debes:
1-Escuchar las opiniones de personas que deseas lo mejor para ti y meditar sobre ellas de manera sincera y autocritica.
2-Darle el beneficio de la duda a ideas opuestas a la tuya, sin importar si tengan razón o no, todas las ideas merecen ser analizadas
3-Utilizar la experiencia como guía, nunca repitas errores del pasado Quien no aprende de su historia está condenado a repetirla
Al final, todo radica en encontrar el equilibro entre el ego que te hace crecer y ese ego tóxico que te puede destruir.