Luego de una larga temporada de rutinas y abstención. Salimos a pasear, conocer, experimentar. Una de nuestras salidas de estos días fue a un lugar mágico ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Patio de los lecheros.
El patio de los lecheros es un patio gastronómico con una mezcla de culturas y sabores increíble. Un espacio amplio con mesas grandes en el centro y un montón de restaurantes al rededor dando un lujo de olores que van dando hambre mientras recorres el lugar. Está ambientado con muchas luces hermosas y decoraciones emotivas que dan pie a la felicidad al estar allí. Un techo iluminado con miles de foquitos (dan la impresión de luces navideñas) un muchos paraguas multicolores que cautivan cada que miras hacia arriba, un montón de frases inspiradoras en cada rincón, De verdad que fue mágico estar allí.
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En esta ocasión fuimos a la celebración de el día de la independencia de mi país, Venezuela, que festejaron allí con varias agrupaciones conformadas por venezolanos; arpa, cuatro, maraca, ritmos caribeños, y mucho talento de grandes músicos paisanos que se reunieron para dar muestra de su trabajo a todos los asistentes de la noche.
Como ya les he contado antes, vivimos en Quilmes, provincia de Buenos Aires, lo que nos deja a mucha distancia, unas dos horas, de cualquier lugar al que queramos ir a conocer en la capital, lo que no fue una excepción esta vez. Salimos de casa a eso de las 7pm para llegar a las 9pm a la presentación de nuestros amigos de "De'Kumaná", ya se había presentado un excelente cuatrista que conocemos llamado Fraimer y lastimosamente no pudimos verlo. Después se presentó una agrupación llanera "Aires Llaneros" y para finalizar, estuvo en tarima Marivet Montiel, una maracucha que se las trae y está haciendo una linda carrera artística aquí en Argentina.
Ha sido hermoso reencontrarnos con tanta gente bonita, abrazar a tantos amigos que teníamos años sin ver, presentarles a mi hija y disfrutar de ese pedacito de tierra nuestra que lleva cada venezolano consigo mismo. También fue delicioso sentarnos a comer unas ricas hamburguesas al estilo argentino mientras escuchábamos el arpa sonar, algo bastante peculiar. Siento que mi Lizzie lo disfrutó muchísimo y que fue un rato súper agradable aunque nos trasnochamos en el regreso a casa. Cada momento que compartimos en familia vale la pena el viaje, el cansancio y el peso de mi princesa dormida en los brazos.
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Aprovechamos de tomarnos algunas fotos lindas y de dedicarnos las frases que están bordeando el techo. Abrazarnos y darnos la mano.
Como les dije, estamos cosechando recuerdos. Sembrándole vida a nuestra familia. Y todo lo que hagamos siempre será para enriquecer nuestro espíritu y mostrarle a nuestra pequeña que la vida es bella y hay miles de lugares hermosos esperando por nosotros para ser recorridos e impregnarnos de su magia. Pidiéndole a Dios que nos permita mostrarle el mundo de pasito en pasito. Comencemos por enseñarle Buenos Aires, su tierra natal.
Me despido, Cleyna de paseo en familia.
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After a long season of routines and abstention. We went out to walk, to know, to experiment. One of our outings these days was to a magical place located in the Autonomous City of Buenos Aires.
Patio de los lecheros.
El patio de los lecheros is a gastronomic patio with an incredible mix of cultures and flavors. A large space with large tables in the center and a lot of restaurants around giving a luxury of smells that make you hungry as you walk around the place. It is set with many beautiful lights and emotional decorations that give rise to happiness to be there. An illuminated ceiling with thousands of lights (giving the impression of Christmas lights), many multicolored umbrellas that captivate every time you look up, a lot of inspirational phrases in every corner, it was really magical to be there.
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This time we went to the celebration of the independence day of my country, Venezuela, which celebrated there with several groups formed by Venezuelans; harp, cuatro, maraca, Caribbean rhythms, and a lot of talent of great country musicians who gathered to show their work to all the attendees of the night.
As I have told you before, we live in Quilmes, province of Buenos Aires, which leaves us a long distance, about two hours, from any place we want to go and see in the capital, which was no exception this time. We left home around 7pm to arrive at 9pm for the presentation of our friends from "De'Kumaná", an excellent cuatrista we know called Fraimer had already performed and unfortunately we couldn't see him. Then a group from the llanera "Aires Llaneros" performed and to finish, Marivet Montiel was on stage, a maracucha who is making a nice artistic career here in Argentina.
It has been beautiful to meet so many beautiful people, to hug so many friends we had not seen for years, to introduce my daughter and to enjoy that little piece of our land that every Venezuelan carries with him. It was also delicious to sit down to eat some delicious Argentinean style hamburgers while listening to the harp playing, something quite peculiar. I feel that my Lizzie enjoyed it very much and that it was a super nice time even though we stayed up late on the way home. Every moment we shared as a family was worth the trip, the tiredness and the weight of my sleeping princess in my arms.
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We took the opportunity to take some nice pictures and to dedicate each other the phrases that are bordering the ceiling. We hugged and shook hands.
As I told you, we are harvesting memories. Sowing life into our family. And everything we do will always be to enrich our spirit and show our little one that life is beautiful and there are thousands of beautiful places waiting for us to visit and soak in their magic. Asking God to allow us to show her the world one step at a time. Let's start by showing him Buenos Aires, his homeland.
I bid farewell, Cleyna on a family outing.
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