Buenas Noches, es un placer estar nuevamente con todos ustedes. Hoy he querido describirle la alegría que me invade, de que mi Hijo Sebastián Andrés culmina su tercer año y pasa a cuarto año, de verdad que me llena de mucha satisfacción, porque es aquí donde se ven los resultados de todo un año lleno de mucho sacrificio, de trabajo y más trabajo porque hoy en nuestro país, para que tus hijos puedan tener una buena educación y de que no tengan que ir a paros, o tener clases dos días a la semana, es tenerlos estudiando en los institutos y colegios privados, es decir, es una opción que como padres nos toca pagar a un precio muy elevado, para darle la mejor educación a nuestros hijos.

Hoy está terminando una etapa, para seguir avanzando de verdad que estos momentos son únicos e irrepetibles y como yo le di a mi hijo tienes que vivir al máximo estos momentos porque no se repiten, solo se viven una vez, prácticamente para él es la primera vez que hace el rayado de las camisas, porque cuando salió de primaria para pasar el liceo le toco vivir la Pandemia del covid-19, y fue suspendido en nuestro país estos tipos de actos, para evitar contagios y muertes, realmente esos difíciles momentos quedaran grabados en nuestra memoria por siempre.

Realmente la generación que va pasando siempre va creando una huella diferente, a la hora de rayarse las camisas, de realizar las celebraciones, en mi tiempo si yo me subía encima de un pupitre o escritorio para tomarme una foto inmediatamente era pasado a la dirección, y por otro lado que no existían los celulares, vivíamos en un mundo de mucho respeto y las reglas se cumplían al pie de la letra, porque los castigos eran fuertes y severos.

Ahora las celebraciones se ven de todo y ahora con la tecnología que dice presente, en cada uno de los momentos más felices de la juventud de hoy, tomándose selfies con sus amigos y profesores más queridos y hasta para nosotros los padres vivimos estos momentos únicos porque enseguida subimos a nuestro estados de wassaps los momentos de felicidad de nuestros hijos.

Es tanto la felicidad de estos adolescentes, que brillan en ellos hasta la inocencia de este mundo tan loco y perdido, mi hijo me relato que después de vivir la nueva experiencia de rayarse la franela, se lanzaron espumas y pinturas de todos los colores, se pintaron figuras en sus rostros relacionados con la culminación de año, y para otros fue como una despedida de sus compañeros porque se retiraban de ese colegio para seguir la nueva etapa en otro.

Después, decidieron seguir con la celebración y se fueron a una pizzería cerca del colegio, para finalizar con un almuerzo de despedida, definitivamente estudiar es una oportunidad que no podemos abandonar, aunque a veces nos cueste sudor y lagrimas, siempre estaremos apoyando a nuestro hijo, para que siga estudiando y llenando su vida de conocimientos que será para su bien y crecimiento como persona.

Me despido, de todos espero que se hayan emocionado igual que yo con el grado de mi hijo y que estos momentos son únicos e irrepetibles tanto para ellos como para nosotros que estamos allí dándoles el empujoncito.

_{Las Imágenes fueron tomadas del teléfono celular de mi hijo y de sus compañeros que le pasaron algunas fotos}

@josegregori

Unique and Unrepeatable Moments