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A la sombra del cielo gris de Puerto Cabello, con la lluvia persistente y el aire, mi rutina de bandera no se detiene. Hoy, la lluvia añade un desafío extra, haciendo que cada agarre sea una prueba de fuerza y concentración. Mi entrenamiento comienza con la bandera en pica, donde mi cuerpo se estira recto, desafiando la gravedad mientras mis manos se aferran a la pica.
Luego, paso a la bandera en tuck. Con las rodillas pegadas al pecho, minimizo la superficie de contacto, buscando la estabilidad en un punto de equilibrio más compacto. Cada fibra de mi abdomen y mis oblicuos arde, manteniendo la forma perfecta a pesar de la humedad que intenta desestabilizarme.
El aguante en bandera en full es el verdadero test. Mi cuerpo se extiende paralelo al suelo, una tabla humana sostenida por la pura fuerza. Es un ejercicio de tenacidad, donde cada segundo cuenta, y el frío de la lluvia en mi piel se mezcla con el calor que irradia de mis músculos trabajados. Sigo con el straddle en bandera, extendiendo mis piernas en V para alterar el centro de gravedad, una variación que exige un control aún mayor. Finalmente, el agarre neutro me permite trabajar los músculos de una manera diferente, completando una rutina que, incluso bajo la lluvia, me acerca a la maestría de la bandera. La lluvia puede haber añadido dificultad, pero también ha hecho que cada logro sea aún más gratificante.
Espero que les haya gustado, como siempre. Sin falta, les mando un saludo a las personas de la #SWC y a la comunidad de #Hive.
Under the gray skies of Puerto Cabello, with the persistent rain and the damp air, my flag routine doesn't stop. Today, the rain adds an extra challenge, making every grip a test of strength and concentration. My workout begins with the one-arm flag, where my body stretches straight, defying gravity as my hands cling to the pole.
Next, I move on to the tuck flag. With my knees tucked to my chest, I minimize my contact surface, seeking stability in a more compact center of balance. Every fiber of my abs and obliques burns, maintaining perfect form despite the humidity trying to destabilize me.
The full flag hold is the real test. My body extends parallel to the ground, a human plank held by pure strength. It's an exercise in tenacity, where every second counts, and the cold rain on my skin mixes with the heat radiating from my worked muscles. I continue with the straddle flag, extending my legs into a V to alter my center of gravity, a variation that demands even greater control. Finally, the neutral grip allows me to work my muscles in a different way, completing a routine that, even in the rain, brings me closer to mastering the flag. The rain may have added difficulty, but it has also made every achievement even more gratifying.
I hope you liked it, as always. Without fail, I send my regards to the people of #SWC and the #Hive community.
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