Saludos, Familia Calisténica!
Hoy quiero llevarlos de vuelta a un día que quedó grabado en mi memoria—y en estas fotos—como un antes y después en mi camino. Hace tres años, junto a mi hermano de entrenamiento @yeremy-sw, transformamos una rutina común en una obra de arte corporal, donde cada movimiento contaba nuestra pasión por el freestyle.
Greetings, Calisthenic Family! Today I want to take you back to a day that was etched in my memory-and in these photos-as a before and after in my journey. Three years ago, together with my training brother @yeremy-sw, we transformed a common routine into a work of body art, where every move told the story of our passion for freestyle.
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Así terminaba ese día: con los músculos temblando, las manos marcadas y el corazón lleno de esa satisfacción que solo el freestyle verdadero puede dar. Pero más allá de los movimientos, este entrenamiento con Yeremy me dejó una verdad clara:
"La calistenia no se trata de perfección... se trata de expresión. De convertir cada repetición en un acto de libertad, cada fallo en un paso hacia lo extraordinario."
Hoy, tres años después, miro estas fotos y sonrío. Porque ese sudor, esos intentos fallidos y esos momentos de gloria fueron semillas de lo que soy hoy.
That's how I ended that day: with my muscles shaking, my hands marked and my heart full of that satisfaction that only true freestyle can give. But beyond the moves, this workout with Yeremy left me with a clear truth: "Calisthenics is not about perfection... it's about expression. About turning every repetition into an act of freedom, every failure into a step towards the extraordinary." Today, three years later, I look at these photos and smile. Because that sweat, those failed attempts and those moments of glory were seeds of who I am today.
