¡Hola amigos de Hive! Hoy quiero compartir con ustedes algunas fotografías de mi rutina de entrenamiento. Como siempre, antes de comenzar, dedico unos 15 minutos a estirar bien el cuerpo. Considero que este paso es fundamental para preparar los músculos y evitar cualquier tipo de lesión durante la práctica. Los estiramientos me ayudan a sentirme más ágil y flexible, lo que definitivamente mejora mi rendimiento en los ejercicios que realizo después.

Una vez que terminé mi sesión de estiramiento, pasé a practicar el handstand, o parada de manos. Este ejercicio requiere mucha concentración, equilibrio y fuerza en el core, así que trato de dedicarle tiempo cada día para perfeccionar mi técnica. Poco a poco he notado avances, y cada vez logro mantenerme más tiempo en equilibrio.

Además, estuve practicando algunos movimientos dinámicos que he estado incorporando recientemente a mi rutina. Entre ellos destacan el 360 y el Ginger, que son movimientos avanzados y requieren coordinación, control corporal y mucha práctica. El 360 consiste en girar completamente sobre uno mismo en el aire, mientras que el Ginger es un salto acrobático que combina fuerza y agilidad. Aunque aún estoy perfeccionando estos movimientos, me emociona ver mi progreso y cómo cada día voy superando mis propios límites.