

A lo largo de estos último tres años he notado muchos cambios en mí, y no voy a afirmar que todos ellos han sidos positivos, las interacciones personales con aquellos que te rodean siempre tienden a moldear el quien eres, esto es obviamente, de manera inconsciente la mayoría del tiempo. Las cosas que te impulsan a un cambio llega a ser circunstancias, periodos de transición y la adaptación a los nuevos ambientes que se presenten en el camino.

Al inicio me rehúse a los cambios, me resistía a ellos, al escuchar a todos diciendo que debía cambiar, todos tratando de influirme; me enojaba en gran medida por que llegaba a pensar ¿Porque debo ser yo quien cambie? ¿Para que debiera cambiar, si los demás no se lo merecen? Pensaba que el objetivo de cambiar era agradar solamente a los demás, y esto como consecuencia perturbo tanto mi personalidad como mi paz. Reaccionaba mal ante los demás, como si todos tuvieran la culpa de mi pésimo humor, de mis decepciones, de no apreciarme por quien era, poco a poco entendí que no era así, quien tenía toda la culpa era yo, por no aceptar mis problemas, por no querer asumir mí responsabilidad en el asunto, por no buscar soluciones para mí, pensaba que la solución debían plantearlo los demás, y sino les gustaba las puertas siempre estaban abiertas para irse, pensé "la gente es desechable", mi error.
No veía, era ciega ante el hecho de aquellos que querían hacer de mí alguien mejor; soy una persona muy cerrada tanto a los cambios, cómo a las personas, esa fue una de las primeras cosas que cambié, tuve que aprender a ser más dada con mis colegas, compañeros y amigos, aún cuesta integrar a alguien a mi entorno, pero por lo menos ya no he de verlo como una amenaza. El siguiente cambió, fue aprender a valorar cosas de mí, mi apariencia, mi ser, no fue fácil tener que aceptarme, me costó, luche contra mi misma y la recompensa fue inigualable, allí fue cuando empeze a apreciar a los demás, conocer su valor me reveló lo maravillo podía ser cada persona con todo y sus defectos, escuchar sus historias, problemas y vivencias de cierta forma nos hace sentir conectados, apoyados porque vemos que no somos lo únicos con dificultades en esta vida.
Aunque como consecuencia a estos cambios vino su contra, me volví más desconfiada de mi entorno, aún cuando dejaba que las personas se acercarán, me conocieran, aún así no confiaba, las ingenuidad es dura, y tiene un precio. Al inicio fui muy ingenua, y eso me trajo consecuencia falsas amistades o amistades vacias, las cuales nunca percibí, siempre he sido muy mala juzgando a los demás y sigo siendo así, por eso mejor prevenir que lamentar, todo los pasos que doy con los demás son con precaución, pero no asegura mucho, el ser humano es impredecible.

Mi nueva confianza trajo consigo un cambio en cómo las personas me percibían, la mayoría de la gente siempre me ha descrito como alguien hostil, difícil de tratar, y con quién sin duda no se pueden llevar, pero después de abrirme con la gente cambié el modo en que me percibían, ahora he podido llegar a ser alguien agradable y de confianza (aunque no voy a mentir, aún la gente me percibe de forma hostil, lo que me causa mucha gracia).
El cambio más reciente, demuestra ser un dilema en si, las chicas y su cabello (jeje), toda mi vida he amado mi cabello, pero toda cambio interior amerita un cambio exterior, por lo que decidí alisar mi cabello, estaba tan insegura al inicio, pero después me dije "¿Que es lo peor que podría pasar?" No me arrepiento de esto, me divierte ver la sorpresa de las personas cuando me ven después de tanto tiempo, como si notarán que ya no soy la misma persona de antes, y de cierta manera comparten conmigo esa sorpresa que es llegar a reinventarse uno mismo.

Luchar por ser mejor, cambiar, reinventarse, volver a un punto muerto, caer y levantarse todo es parte de la vida, no existe el ser estático, todos cambiamos algo de nosotros en cierta medida ya sea para bien o para mal, lo que debemos reconocer es cuando ameritamos de un cambio, cuando estamos estancados en un solo punto, y sobre todo cuando necesitamos de ese empujón que nos hará movernos en la dirección que debamos ir. Espero que todos cuentes con la suerte de salir del caparazón tan bien o mejor de lo que yo lo hice.
*[Fuente]* (Imagen 2-3: Girasoles) https://pin.it/78Bc4Tn