Quien esboza es un total desconocido para usted, ya que en ningún momento, que yo recuerde, llegaron a presentarnos. Sin embargo, jamás es tarde para iniciar nuevas amistades y nuevas relaciones con personas tan llenas de sueños. Que respetan el valor de la amistad tanto como yo.

En esta ocasión creo necesario mencionar mi nombre, para que los miembros de la comunidad, puedan conocer quién soy.
¡Hola, a todos! Mi nombre es Juan Manuel Alcalá. Un ser agradecido con el universo, por los dones recibidos y por tener el interés, de poder aprender cada día cosas productivas que contribuyan al mejoramiento de la sociedad. Como también, desaprender lo que no es funcional para el convivir. Me ha tocado la dicha de ser venezolano, y de nacer en Ciudad Bolívar, capital del estado Bolívar. Cuyo territorio se encuentra ubicado en la región suroriental del país. Y que cuenta Con un sinnúmero de encantadoras bellezas naturales. Que despiertan el interés, de quienes desean adentrarse a recorrer los senderos y descubrir toda la magia sin igual que le habita.

Puedo decir, que las hermosas cascadas, los tepuyes, el salto más alto del planeta y los emblemáticos ríos Orinoco y Caroní. Han sido, en cierto modo, fuente de inspiración de muchas de mis creaciones plásticas y literarias. Ahora, si me lo permiten, no me es difícil recordar que por aquel entonces. Era un pequeño muchacho que comenzaba a esbozar sus primeros dibujos, pinturas y todo lo sublime cuanto hay en la naturaleza.

¿Quién lo hubiera creído? Quedé embelesado por el canto que se desprende del salto la Llovizna y del parque Cachamay. Cuya bruma, más que un cúmulo de agua, fue una sinfonía de emociones, donde se entretejieron las sensaciones, e inspiraron mis incipientes pinceladas con la técnica del óleo. De una manera muy sencilla puedo decir que Soy artista plástico y docente. Que disfruta conocer la grandeza de los pueblos, en todas sus dimensiones culturales.

También es grato poder utilizar mis manos para poder escribir, fotografiar, dibujar, cocinar, esculpir y acariciar a la naturaleza en su biodiversidad. Me agrada la literatura e ilustrar poemas, la música y el teatro. Como también visitar los museos, galerías y los lugares al aire libre, que me permitan respetar e interactuar con las diversas especies de la flora y la fauna. Otra de las cosas, que me parecen importantes y que nos mantienen llenos de vitalidad, es Poder disponer de un tiempo para compartir un té con gente sincera, que aviva la tertulia con ideas enriquecedoras. Vale la pena mencionar que me considero un hombre feliz, que disfruta ver crecer la familia. Orgulloso de mis hijos, por sus proyectos de vidas y por ser personas de bien. Igualmente, estoy profundamente agradecido de poder caminar con una compañera de camino, que me impregna el alma de su cándido ser y estar. Sin duda que la vida me favoreció con unos padres amorosos, que me brindaron todo lo que podían de acuerdo a sus posibilidades.

Tal vez en algún momento me pudo haber faltado algún elemento material. Pero, de más, está decir que de ningún modo faltó el amor del hogar, ni mucho menos la comida sobre la mesa. Para reunirnos y juntos agradecer al padre celestial por todas las bendiciones.

Antes que nada, He de confesar que no soy un experto en el mundo de las redes. Y a pesar de mí poca habilidad para expresar por el presente medio, lo que pudiera gestarse en mis ideas. Cuento con la decisión y todo el empeño, de ir descubriendo todas las posibilidades y novedades que brinda el ecosistema, a la vez que voy experimentando y creando una forma diferente de hacer las cosas. De manera que se pueda compartir con otras personas, los temas de interés común, bajo una óptica que contribuya a un ambiente humanizado.

Es por ello, de allí que les tiendo mis trazos ligeros de tintas disueltas entre lágrimas de amores y desamores. Que con mesura, no pretende más que comunicar morfologías de procesos creativos. Que, por un lado, se hacen microrrelatos o reflexiones que balbuceen en la brevedad de una prosa y, por otro, ilustraciones que quizás tracen en sí misma una poesía visual. Que con la maestría del artesano va esgrimiendo la plumilla, para causar algunas emociones y nuevas sensaciones, a quienes andan buscando fotografías artísticas, pinturas, esculturas, como también diseños de moda, arte corporal, tarjetas tridimensionales y prácticas didácticas sistematizadas que puedan ser replicadas y otras propuestas estéticas, que germinen en el devenir de la experiencia que recién comienza su andar.

Ahora bien, es necesario sugerir que no ojee las pocas líneas que a continuación nos ocupa, si no las va a avalorar. Ya que las palabras que la pueblan conservan ese instante en que la vida te acaricia el alma con el encanto particular que envuelve las emociones.

No es mi intensión crear un clima de incomodada, sino sencillamente aprovechar el espacio para recordar que, literalmente, vivimos tiempos de temores e incertidumbres. En donde los complejos problemas sociales nos sacuden y nos recomiendan cuidarnos y cuidar a los demás, con gran sentido de corresponsabilidad. Porque nunca como hoy muchas personas en diferentes latitudes del mundo. Se encuentran con los rostros, parcialmente forrados y con las miradas que no se acostumbran a la ausencia, de quienes partieron de manera inesperada. De ahí, que nada resulta más doloroso que tener que enterrar a un ser amado, sin poder despedirlo y ofrecerle un ritual funerario de acuerdo a su fe.

Por ese motivo es que las presentes líneas revisten un especial interés y es inevitable que redacte la presentación de este modo. Ya que un par de meses atrás me tocó sufrir la pérdida de, de un hermano querido y en menos de un año la de mi madre. Dentro del desconcierto sobrevivir, para ayudar a recuperar a mi padre y hermana, del fatal virus COVID-19, que tanto daño nos ha dejado.

Como es sabido, a todos, en algún momento, nos ha tocado reír como llorar. Pero en medio del dolor, a muchos nos cuesta aceptar los designios del devenir y hasta a veces parece imposible superar la pérdida de un pariente o un ser muy cercano. Y en silencio lloramos el dolor que nos embarga el no poder compartir más significativos momentos con quienes ya no están. ¡Cuánto hubiera deseado tenerlos a mi lado un poco más! Sin embargo, la vida continua y es necesario, entonces, asumir el desafío de seguir el camino con los recuerdos hermosos de todos aquellos que, de una manera u otra, nos enseñaron a crecer en otredad y a ser mejores seres humanos. Para contribuir en la transformación de una sociedad donde prevalezca la paz y se respete los valores de la democracia.

Durante esos días de pesadumbre, no tenía ni la remota idea de lo que tenía que hacer. Y con el pasar de las horas la capacidad pensativa se nublaba y sin darme cuenta me sumergí en un estado de depresión, en donde había perdido el interés por cumplir con mis responsabilidades, y me daba igual alimentarme y descansar adecuadamente, para recuperarme de las secuelas físicas y emocional que me había causado el terrible virus.

Afortunadamente, pude contar con palabras cálidas de muchas personas que me aprecian y que se tomaron la molestia de alentarme, en esos momentos nada fáciles de cruces de emociones. Precisamente, una de esas palabras de aliento, brotaban de los labios de de mi hijo menor, que desde la distancia me animaban a continuar recuperándome y seguir batallando, ya que la vida continuaba, con la esperanza de que vendrán tiempos mejores.

Dentro de la conversación, me propuso la idea de pertenecer a una comunidad. Que facilita la posibilidad de compartir contenidos variados y funcionales para el día a día. Donde se puede disfrutar de lo que hace, a medida que se aprende y se enseña a otros de manera innovadora. Y que a diferencia de otras páginas, todos miembros pueden favorecerse económicamente, de acuerdo a sus potencialidades.

Todo aquello me hizo Sentir una curiosidad por la página Hive Blog, que horas antes me comentaba y recomendaba mi hijo. Y tan pronto como pude me aventuré a buscar la información en las redes, para detenerme unos minutos, pero el tiempo se consumió en horas. Y al echar la mirada pude comprobar que saltaba a la vista una página con un estilo particular, que me encanto y estimulo hasta el punto que no pude evitar esbozar y comenzar a darle forma a las primeras líneas de mi presentación. Que hoy ustedes pueden leer, y que espero que sean de su agrado. Ya que ahora tengo la posibilidad de compartir todos momentos reflexivos que me permiten continuar adelante.

Me parece que no puede haber mejor ocasión para finalizar y agradecer a todos los amigos que se han involucrado en crear un espacio diferente. Que contribuya en hacer un trabajo común. Gracias por el tiempo dedicado en leer mis líneas y sin más, les deseo de corazón, muchos éxitos en sus proyectos creativos.