1 año sin Twitter, ni Linkedin, ni ninguna otra red social tradicional, donde imperan algoritmos discriminatorios y una cultura de consumo y producción de lo banal.
Ese es mi reto, comenzaré dando el ejemplo.
Ya les contaré sobre la marcha los beneficios. Los días que llevo sin Twitter me noto que soy otro, más enfocado, y la verdad: no lo extraño.