Después de más de un año, cumplí una meta que me propuse hace más de 9 años: obtener mi título universitario de la Universidad del Zulia. Este logro representó una gran satisfacción personal y refleja mi enfoque determinado en alcanzar esa meta. Siempre he creído que debemos esforzarnos por progresar y encontrar felicidad en nuestro camino hacia el crecimiento personal. La gratitud por la vida nos impulsa a superar cualquier desafío.
Durante 10 años, luché incansablemente para preservar mi objetivo. Parte de mi viaje fue un aprendizaje constante sobre cómo enfrentar obstáculos y mantenerme en el camino. Estudié durante la época más difícil de mi país, pero aún así, logré hitos esenciales, como conocer amigos y profesores que me motivaron a perseverar. Desde 2013 hasta 2023, mi mantra fue: “No rendirse”.
Estudiar en Maracaibo entre 2013 y 2023 me hizo crecer como persona y desarrollar resiliencia. En aquellos tiempos, la supervivencia ante las adversidades del país era una realidad diaria para los estudiantes universitarios. No fue fácil mantenerme firme, pero mi deseo de paz y felicidad me mantuvo adelante. A pesar de las lágrimas y las dificultades, lo más importante fue enfrentar cada situación de la manera más beneficiosa y avanzar con cada semestre. Cada paso fue crucial para llegar a mi graduación.
Estudiar en un país con una economía en declive me obligó a trabajar mientras estudiaba. Aunque no siempre me sentí completo, el enfoque y el deseo de lograr un futuro mejor me mantuvieron en marcha. Venezuela me enseñó que debía tener una visión clara de mi futuro. Mi mayor ventaja fue querer alcanzar mi meta como un acto de afirmación personal, a pesar de las dificultades.
El día de mi graduación fue un evento muy especial. Contar con el apoyo de mi familia y ver la alegría en el rostro de mi madre cambió mi semblante para mejor. Alcanzar ese objetivo me hizo feliz y me permitió cumplir con un propósito muy personal. Era el momento adecuado.
Una de las cosas más esenciales es la tranquilidad, que después de 10 años, finalmente pude alcanzar. Puedo decir con orgullo que mi país no me venció; yo lo superé. Obtener mi título universitario y mi diploma fue increíble. A pesar de las protestas y la apatía, al final, fui yo quien obtuvo un título en una de las universidades más prestigiosas de Venezuela.
Como estudiante universitario, no tenía computadora y mis recursos eran limitados. Sin embargo, siempre me mantuve positivo, enfocado en superarme a mí mismo. Creo que todos debemos enfrentar desafíos para crecer. Ahora he resuelto mis problemas y he aprendido a dar más, ayudando a otros y siendo agradecido por lo que tengo. No carecemos de nada; tenemos dicha, salud y perseverancia.
La Universidad del Zulia me enseñó a tener paciencia y a encontrar paz en cualquier situación. Con metas claras y objetivas, logré lo que me propuse. La universidad me hizo creer que puedo lograr cualquier cosa, y eso me mantuvo motivado para aprender en cada materia y aplicar esos conocimientos en cualquier trabajo, destacando siempre la seguridad y el compromiso.
Hoy, al mirar hacia atrás, me siento orgulloso de ser esa persona que, sin un rumbo definido, simplemente creyó. Las lágrimas de miedo se transformaron en símbolos de lucha. Mi motivación siempre estuvo presente, y la felicidad se mantuvo firme. La vida siempre ofrece oportunidades, y depende de nosotros dar el paso para confiar en nosotros mismos y hacer lo necesario. La vida es breve y debe vivirse con acciones significativas, pensando en un futuro lleno de felicidad y claridad. Crecer nos hace felices, así que debemos esforzarnos por hacerlo con toda nuestra fuerza.
Por eso, hoy, más de un año después, celebro mi graduación. Animo a todos a soñar en grande, sin importar la edad, porque lo que realmente cuenta es el deseo de ayudar y lograr nuestros objetivos de manera positiva. En mi caso, fue difícil y complicado, pero eso no me hizo renunciar. Estaba decidido a alcanzar mi meta y, por lo tanto, luché y nunca me rendí. A pesar de los momentos de frustración, es esencial mantener la fe en uno mismo. Todos somos capaces de superar cualquier obstáculo. La vida nos enseña eso. Creo que soñar nos impulsa a enfrentar cada desafío, y eso es lo que hace que el viaje hacia la evolución sea tan especial. Ahora soy licenciado en computación, he aprendido mucho y estoy listo para ejercer mi carrera, siempre con la intención de ayudar a los demás. Solo puedo decir: “GRACIAS SIEMPRE”.
Nota: Todas las fotografías incluidas en este post son de mi propiedad, capturadas con mi teléfono POCO F3. La traducción y el formato del contenido se realizaron con la asistencia de Copilot en Windows 10.
INGLES:
After more than a year, I achieved a goal I had set for myself over 9 years ago: to obtain my university degree from the University of Zulia. This accomplishment brought me great personal satisfaction and reflects my determined focus on reaching that goal. I have always believed that we must strive to progress and find happiness on our path to personal growth. Gratitude for life drives us to overcome any challenge.
For 10 years, I fought tirelessly to preserve my goal. Part of my journey was a constant learning process about how to face obstacles and stay on the path. I studied during the most difficult time in my country, but still, I achieved essential milestones, such as meeting friends and professors who encouraged me to persevere. From 2013 to 2023, my mantra was: “Do not give up.”
Studying in Maracaibo from 2013 to 2023 made me grow as a person and develop resilience. At that time, surviving the country’s adversities was a daily reality for university students. It was not easy to stay firm, but my desire for peace and happiness kept me going. Despite the tears and difficulties, the most important thing was to face each situation in the most beneficial way and to advance with each semester. Every step was crucial to reaching my graduation.
Studying in a country with a declining economy forced me to work while studying. Although I did not always feel complete, the focus and desire to achieve a better future kept me going. Venezuela taught me that I needed to have a clear vision of my future. My greatest advantage was wanting to reach my goal as an act of personal affirmation, despite the difficulties.
The day of my graduation was a very special event. Having the support of my family and seeing the joy on my mother’s face changed my expression for the better. Achieving that goal made me happy and allowed me to fulfill a very personal purpose. It was the right moment.
One of the most essential things is tranquility, which I finally achieved after 10 years. I can proudly say that my country did not defeat me; I overcame it. Obtaining my university degree and diploma was incredible. Despite the protests and apathy, in the end, it was I who obtained a degree from one of the most prestigious universities in Venezuela.
As a university student, I did not have a computer, and my resources were limited. However, I always remained positive, focused on overcoming myself. I believe that we all must face challenges to grow. Now I have resolved my problems and learned to give more, helping others and being grateful for what I have. We lack nothing; we have joy, health, and perseverance.
The University of Zulia taught me to have patience and to find peace in any situation. With clear and objective goals, I achieved what I set out to do. The university made me believe that I can achieve anything, and that kept me motivated to learn in each subject and apply that knowledge in any job, always emphasizing safety and commitment.
Today, looking back, I am proud to be that person who, without a defined direction, simply believed. Tears of fear turned into symbols of struggle. My motivation was always there, and happiness remained steadfast. Life always offers opportunities, and it’s up to us to take the step to trust in ourselves and do what’s necessary. Life is short and should be lived with meaningful actions, envisioning a future full of happiness and clarity. Growing makes us happy, so we must strive to do so with all our strength.
Therefore, today, more than a year later, I celebrate my graduation. I encourage everyone to dream big, regardless of age, because what really matters is the desire to help and achieve our goals positively. In my case, it was difficult and complex, but that did not make me give up. I was determined to reach my goal and, therefore, I fought and never gave up. Despite moments of frustration, it is essential to maintain faith in oneself. We are all capable of overcoming any obstacle. Life teaches us that. I believe that dreaming drives us to face each challenge, and that is what makes the journey towards evolution so special. Now I am a graduate in computer science, I have learned a lot and I am ready to practice my career, always with the intention of helping others. I can only say: “THANK YOU ALWAYS”.
Note: All photographs included in this post are my property, taken with my POCO F3 phone. The translation and formatting of the content were performed with the assistance of Copilot on Windows 10.
