Ayer se celebró el Día del Niño en Venezuela. Mi esposo se levantó temprano como siempre, cocinó las arepas. Luego nos despertó, a Francisco y a mí, para que desayunáramos todos juntos. Como a las 11 de la mañana, íbamos rumbo a la tienda a comprarle un regalo a Francisco por su día. Llegamos al sitio, después de tanto buscar, escogimos dos regalos. Al llegar a la caja y al pasar la tarjeta para pagar, el chico me dice: Saldo insuficiente. Sabía que tenía dinero, pero entendí que no alcanzaba para los dos juguetes. Rápidamente, seleccione el juguete que más le emocionó a Francisco a la hora de escogerlo y le respondí al cajero: Sólo nos llevaremos este.
Al salir de la tienda, fuimos a la heladería y le compramos un helado al homenajeado. Le preguntamos a Francisco: ¿Qué quieres hacer ahora? Y él respondió: Ahora vamos a la casa del abuelo y la abuela. Al llegar a la casa de mis suegros, Francisco ansioso busco a su abuela y le enseñó su nuevo juguete y estuvieron un rato jugando como par de niños. Allí pasamos la tarde, conversando, riendo, comiendo frutas, viendo al pequeño niño jugar, y al llegar la noche nos regresamos a nuestra casita. Nos bañamos, nos acostamos, leímos un rato, luego oramos y nos acostamos a dormir.
Y así transcurrió el Día del niño para mi hijo, no puedo decir que fue el mejor día, pero pude ver que Francisco estaba feliz, y eso es lo que realmente importa. Él tiene la dicha de contar con el amor de sus padres y de sus abuelos.
Catarsis
Hoy al despertar y al rememorar el día de ayer, me lleno de nostalgia y un poco de tristeza; no por mi hijo, sino por mí. Crecí en una familia disfuncional, de padres separados. No recuerdo nunca haber celebrado un Día del Niño. Jamás he orado con mi mamá y papá juntos, y creo que eso nunca pasará. Mis padres son unos buenos padres, siempre han estado para mí, pero cada quien por su lado. Yo los amo y estoy agradecida por todo lo que han hecho por mí.
Pero entonces pienso más allá, y me imagino a cada niño que pueda estar pasando algún abuso, que no son queridos, que reciben maltratos a diario, que son víctimas de explotación infantil. Entonces mi corazón se pone chiquitico, y no puedo evitar romper en llantos. Tal vez no llora la Albany adulta, sino la Albany niña, llena de impotencia y frustración al no saber qué hacer ante esta situación. Todo niño merece tener una familia que lo ame y lo proteja.
Son tantas las personas que andan por la vida con el alma rota. Y si buscamos el origen de esto, sin dudar lo encontraremos en su infancia. De aquí radica la importancia de que cada niño tenga una infancia feliz, libre de carencias, donde todas sus necesidades en especial las relacionadas con el ámbito familiar estén cubiertas, puedo sonar cliché pero pienso que cada niño tiene que contar con el amor y atención de sus padres y madres, porque al brindar una niñez feliz, podemos garantizar un crecimiento sano, tanto físico como mental en los pequeños.
Desde su nacimiento e incluso desde la gestación, cada niño y niña, necesitan saber que son deseados y aceptados; necesitan sentirse amados y respetados. Cada niño y niña deben ser traídos a un mundo donde todas sus necesidades como: comer, descansar, vestirse, jugar, pensar, expresarse, descubrir y preguntar; estén cubiertas. Esta es la responsabilidad que debemos cumplir como padres, debemos estar conscientes que al convertirnos en padres no solo debemos ofrecerles a nuestros hijos, su supervivencia y seguridad, sino también que somos responsables de su felicidad, por lo menos en su infancia.
Recuerdo a mi mamá decir, que sus hijos fueron unos accidentes, no se lo tomen a mal, tampoco la juzguen, ninguno de sus hijos lo hacemos. Porque lo que realmente quiere expresar, es que ella no se sentía preparada, para la llegada de sus hijos, aun así los aceptó y los amó, y les ofreció lo mejor que tenía. Soy testigo del gran esfuerzo que ha hecho para brindarnos desde su perspectiva siempre lo mejor. Pero también recuerdo a mi madre bregando el día a día cuando mis hermanos menores estaban muy pequeños, unos tiempos muy duros en la familia; donde a veces no tenían que comer, entonces su esposo salía a la calle a trabajar y ver que podía conseguir para el día. Gracias a Dios los tiempos cambiaron muy rápido, y muy poco recuerdan mis hermanitos aquellos días.
Veo al pasado y me pregunto: ¿Cómo hizo mi abuela para criar a ocho hijos? Es posible que haya tenido que renunciar a sus sueños, no lo sé, tal vez su sueño era ser ama de casa y criar. Entonces recuerdo a mi papá, siempre trabajando, para ofrecerles a sus hijos, techo, comida y ropa. Siempre nos decía a mis hermanos y a mí: “Aprovechen y estudien, que yo no conté con las comodidades que ustedes tienen”. Todo el tiempo nos contaba como vendía bolsas en el mercado cuando niño y que tenía que caminar más de 5 km a diario, para poder llegar a la escuela. Sin duda un ejemplo de superación a seguir, pero que ningún niño se merece vivir.
Esto me lleva a recordar las razones del porque hemos postergado mi esposo y yo la búsqueda de otro hijo, no contamos con el presupuesto; por ahora solo contamos con el presupuesto para un solo hijo. Ya tenemos la experiencia con nuestro primer hijo, y sabemos los gastos que esto conlleva: las consultas médicas de la embarazada, la clínica donde va a nacer el nuevo bebé, la ropa y los accesorios del bebé, las consultas médicas del recién nacido, sus medicamentos y vitaminas, etc.
Otra razón para postergar la llegada de un nuevo bebé, aunque es muy personal, quiero contárselas de igual manera. No me siento preparada, un nuevo bebé necesita tiempo de calidad, un niño necesita tiempo de calidad. Aunque cada bebé es distinto, Francisco de bebé me demandó demasiado tiempo, tanto que fue catalogado como un bebé de alta demanda. A pesar de que mi hijo ya no necesita tanto mi atención como antes; siempre me llena la duda e incertidumbre de no saber, de donde sacaré tanto tiempo para atender a un recién nacido y también a Francisco.
Por lo momentos, junto a mi esposo a pesar de nuestros defectos, nos esforzamos día a día para ofrecerle a nuestro hijo un hogar libre de carencias y lleno de amor, tratando de no cometer los errores de nuestros padres. Estamos conscientes que debemos romper patrones y cerrar ciclos, para poder sanar y llegar a ser unos padres amorosos y respetuosos. En estos momentos nos encontramos en este proceso; porque después de todo, sí deseamos tener más hijos. Aquí entre nosotros, deseamos recibir la bendición de tener una niña para llenarla de mucho amor y poder brindarle una infancia feliz. Pero con calma, porque a pesar de todo: “El tiempo de Dios es perfecto”.
Pexels By Kelvin Octa
Yesterday was Children's Day in Venezuela. My husband got up early as usual, cooked the arepas. Then he woke Francisco and me up so we could all have breakfast together. At about 11 a.m., we were on our way to the store to buy Francisco a present for his day. We arrived at the place, and after so much searching, we chose two gifts. When we got to the cashier and swiped the card to pay, the guy told me: Insufficient balance. I knew I had money, but I understood that it was not enough for the two toys. Quickly, I selected the toy that Francisco was most excited to choose and told the cashier: We will only take this one.
When we left the store, we went to the ice cream shop and bought an ice cream for the honoree. We asked Francisco: What do you want to do now? And he answered: Now we are going to Grandpa and Grandma's house. When we arrived at my in-laws' house, Francisco anxiously looked for his grandmother and showed her his new toy and they spent some time playing like a couple of kids. We spent the afternoon there, talking, laughing, eating fruit, watching the little boy play, and at nightfall we went back to our little house. We bathed, went to bed, read for a while, then prayed and went to sleep.
I can't say it was the best day, but I could see that Francisco was happy, and that's what really matters. He is fortunate to have the love of his parents and grandparents.
Catharsis
Today as I wake up and think back to yesterday, I am filled with nostalgia and a little sadness; not for my son, but for me. I grew up in a dysfunctional family of separated parents. I don't remember ever celebrating a Children's Day. I have never prayed with my mom and dad together, and I don't think that will ever happen. My parents are good parents, they have always been there for me, but to each his own. I love them and am grateful for all they have done for me.
But then I think beyond that, and I imagine every child who might be abused, who is unwanted, who is mistreated on a daily basis, who is a victim of child exploitation. Then my heart goes pitter-patter, and I can't help but burst into tears. Maybe it is not the adult Albany crying, but the child Albany, full of helplessness and frustration at not knowing what to do in this situation. Every child deserves to have a family that loves and protects them.
So many people go through life with a broken soul. And if we look for the origin of this, we will undoubtedly find it in their childhood. From here lies the importance of every child having a happy childhood, free of deficiencies, where all their needs, especially those related to the family environment are covered, I may sound cliché but I think that every child has to have the love and attention of their parents, because by providing a happy childhood, we can ensure a healthy growth, both physical and mental in children.
From birth and even from gestation, every child needs to know that they are wanted and accepted; they need to feel loved and respected. Each child must be brought into a world where all their needs such as: eating, resting, dressing, playing, thinking, expressing themselves, discovering and asking questions are met. This is the responsibility that we must fulfill as parents, we must be aware that when we become parents we must not only offer our children, their survival and security, but also that we are responsible for their happiness, at least in their childhood.
I remember my mom saying that her children were accidents, don't take it the wrong way, don't judge her either, none of her children do. Because what she really wants to express, is that she did not feel prepared, for the arrival of her children, even so she accepted them and loved them, and offered them the best she had. I am a witness of the great effort she has made to give us from her perspective always the best. But I also remember my mother struggling day to day when my younger siblings were very young, some very hard times in the family; where sometimes they had nothing to eat, so her husband went out to work and see what he could get for the day. Thank God times changed very quickly, and my little brothers and sisters remember very little of those days.
I look back and wonder: How did my grandmother raise eight children? She may have had to give up her dreams, I don't know, maybe her dream was to be a housewife and raise. Then I remember my dad, always working, to provide his children with shelter, food and clothes. He always told my brothers and me: "Take advantage and study, I didn't have the comforts that you have". All the time he would tell us how he used to sell bags in the market as a child and how he had to walk more than 5 km every day to get to school. Undoubtedly an example of overcoming to follow, but that no child deserves to live.
This leads me to remember the reasons why my husband and I have postponed the search for another child, we do not have the budget; for now we only have the budget for one child. We already have the experience with our first child, and we know the expenses that this entails: the pregnant woman's medical appointments, the clinic where the new baby is going to be born, the baby's clothes and accessories, the newborn's medical appointments, his medications and vitamins, etc.
Another reason for postponing the arrival of a new baby, although it is very personal, I want to tell you about it anyway. I don't feel ready, a new baby needs quality time, a child needs quality time. Although every baby is different, Francisco as a baby demanded too much of my time, so much so that he was labeled as a high demand baby. Even though my son doesn't need my attention as much as he used to; I am always filled with the doubt and uncertainty of not knowing where I will find so much time to take care of a newborn and also Francisco.
At the moment, together with my husband, despite our shortcomings, we strive every day to offer our son a home free of deficiencies and full of love, trying not to make the mistakes of our parents. We are aware that we must break patterns and close cycles in order to heal and become loving and respectful parents. We are currently in this process; because after all, we do want to have more children. Here among us, we wish to receive the blessing of having a girl to fill her with love and to be able to give her a happy childhood. But calmly, because in spite of everything: "God's timing is perfect".
Pexels By Kelvin Octa
Since English is not my native language, I have used the free version of the translator DeepL for the translation of this post.
The first photo is of my authorship and was edited on the Canva website.