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[Fiat 600, cariñosamente Fittito en Argentina]

Poco tiene que ver el auto de la portada con mis reflexiones, salvo los años que podemos presumir haber sobrevivido. Bueno, algunos quizás en mejores condiciones, pero como no conocemos los kilómetros recorridos, ni las circunstancias, solo cabe celebrar que lo lograron. Máxime si consideramos que en algún momento fueron varios millones los pequeños autos de diseño italiano en circulación.
Ayer coincidí con Javier, un joven solidario que nos ayudó con la mudanza de mi hijo, no lo conozco mucho, pero me pareció alguien sensible, que mostró cierta preocupación por la posibilidad de que se desate una guerra en Europa, que pueda llegar a ser nuclear o atómica.
En Europa, en el Medio Oriente o en China, hasta en Corea.
En cualquier lugar puede suceder que se explote la temida arma. Temida por muchos, pero la realidad es que no por todos, pues entre quienes tienen el poder, parece que no les preocupan las posibles consecuencias y no dejan de calentar la olla en todos los puntos sensibles.
Desde hace un tiempo, tengo la (loca) teoría de que algunos políticos globalistas de ideas eugenésicas, planean no solo reducir la población, sino que además con las radiaciones desatadas por unas cuantas bombas atómicas, puedan estimular algunos cambios biológicos evolutivos.
La idea surgió a raíz de un documental en que muestran como la fauna y flora ha sobrevivido y se ha adaptado al entorno altamente radioactivo de Chernóbil.
Luego de 29 años del gran desastre, la ciencia ha tenido tiempo suficiente para estudiar los efectos del suceso, y como la ciencia, por razones económicas y humanas, suele estar en primer lugar al servicio de la industria militar y luego a todos los demás, más nobles y finalmente publicitados.
Puede suceder, que en esta ocasión, la tensión esté alcanzando un punto álgido, y por eso los mercados financieros o bursátiles muestran algunos movimientos atípicos, no sube el precio del petróleo, pero sí el oro, al tiempo que bajan las cripto, pero sin desplomarse y también baja, o no sube la deuda pública norteamericana. En este sentido, el juego financiero se vuelve más complicado e impredecible.
Finalmente, parece que nuestras preocupaciones solo alcanzan a nuestro perímetro y tiempo presente, que en realidad poco o nada nos importa lo que pueda suceder en otro lugar, salvo que, como Javier, estemos planeando visitarlo.
Espero y deseo que su viaje a Italia y España este libre de percances y contratiempos, volviendo de una sola pieza, luego de visitar a familiares y amigos que residen en el viejo continente.
Y mañana, si no se me ocurre nada mejor, les mostraré un Ford Falcon, que maneje una vez, antes de saber hacerlo.

La foto es mia, pero el auto no. las ocurrencias son mias, el personaje es real, pero no importa, porque Ustedes no lo conocen y como siempre, escribo en espanol. El unico idioma que manejo lo suficiente, y la traducción por cuenta del taductor de Google.

Javier's concern

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[Fiat 600, affectionately called Fittito in Argentina]

The car on the cover has little to do with my reflections, except for the years we can boast of having survived. Well, some perhaps in better condition, but since we don't know the miles traveled or the circumstances, we can only celebrate that they made it. Especially considering that at one point there were several million small Italian-designed cars on the road. Yesterday I met Javier, a caring young man who helped us move my son. I don't know him well, but he seemed sensitive, and he showed some concern about the possibility of a war breaking out in Europe, one that could become nuclear or atomic.
In Europe, in the Middle East, in China, even in Korea.
The explosion of this dreaded weapon could happen anywhere. Feared by many, but in reality, not by everyone, because those in power seem unconcerned about the possible consequences and constantly stir the pot on every sensitive issue.
For some time now, I've had the (crazy) theory that some globalist politicians with eugenic ideas are planning not only to reduce the population, but also to stimulate some evolutionary biological changes with the radiation unleashed by a few atomic bombs.
The idea arose from a documentary that shows how the fauna and flora have survived and adapted to the highly radioactive environment of Chernobyl. Twenty-nine years after the great disaster, science has had enough time to study the effects of the event, and as science, for economic and human reasons, tends to serve first the military industry and then all the other, more noble and ultimately publicized ones.
It may happen that on this occasion, tension is reaching a fever pitch, and that's why the financial or stock markets are showing some atypical movements: the price of oil isn't rising, but gold is, while cryptocurrencies are falling, but without collapsing, and the US public debt is also falling, or not rising at all. In this sense, the financial game becomes more complicated and unpredictable.
Finally, it seems that our concerns only extend to our present perimeter and time, that in reality we care little or nothing about what might happen elsewhere, unless, like Javier, we are planning to visit it. I hope and pray that your trip to Italy and Spain is free of mishaps and setbacks, and that you return in one piece after visiting family and friends living on the Old Continent.
And tomorrow, if I don't come up with anything better, I'll show you a Ford Falcon, which I drove once, before I knew how to drive it.

The photo is mine, but the car is not. The thoughts are mine, the character is real, but it doesn't matter because you don't know him. And as always, I write in Spanish. The only language I speak well enough, and the translation is provided by Google Translate.