Carta abierta a MLB

A los señores abogados de las grandes ligas*:

En primer lugar, disculpen que escriba solo en mi idioma nativo, no tuve la suficiente sapiencia para aprender vuestro idioma y me veo obligado a escribir este descargo en español. Acá en #Hive he tenido que recurrir a un traductor en línea muy bueno para que haga el trabajo aunque sé, para el gringo promedio, es una mierda leer algo que provenga de un traductor. También deseo me disculpen si desvarío a veces, es producto de los años y de mi talante de escritor el cual pone las neuronas a millón e impide concentrarme en el tema central del asunto a discutir.

Antes que nada, deseo saber si tienen clara la suplantación de identidad en perjuicio de ustedes, mejor dicho, de su cliente y que ha sido el origen de este escrito. Como quiera que sea, los suplantadores han intentado amenazar con una demanda de ustedes (perdón, en nombre de vuestro cliente), cosa que me parece poco elegante de parte de ellos, pero saben vuestras señorías como es la gente sin oficio: tienen que llenar sus días de alguna manera poco creativa.

El caso, vuestras señorías, lo origina supuestamente un escrito de mi autoría, donde intento contar una historia deportiva, generada por mis propias neuronas y que tuve la desdicha de adornar con imágenes del sitio web referido en ese post, con los créditos debidos según las reglas de nuestra amada plataforma. Y digo el caso supuestamente lo origina nuestra publicación, porque sabemos muy bien que esto viene de muy atrás.

Ante ésta realidad y dado que el monstruo ha despertado, quiero pedir vuestra consideración. Después de todo, intentamos hacer honor a una doctrina llamada "prueba de cerebro" mediante la cual los autores demuestran tener ciertos talentos, en nuestro caso: escribir. Pueda sea yo un fracasado, lo admito, pero muy en el fondo -sospecho- lo hago mejor que con un lápiz sobre papel, donde mi destreza solo alcanza a dibujar un círculo, cinco palitos, tres puntos y un semicírculo ante el intento de retratar seres humanos.

Luego está el asunto del "uso justo" (en inglés "fair use"), una doctrina legal anglosajona muy acertada, que tiene más de doscientos años y de seguro los leguleyos impostores pasaron por alto intencionalmente con el fin de dañar mi reputación, la cual regula el uso de imágenes con derecho de autor reservados. Por supuesto, tiene miles de interpretaciones para cada quien, pero creo firmemente me protege porque en el escrito de marras, el tema central es el texto y no las imágenes (las cuales están debidamente referenciadas al sitio web de vuestro cliente y no ha habido intento alguno de mi parte de apropiación o engaño).

¿Pueden ustedes creer que vuestro poderoso cliente se embarque en una demanda para perseguir a éste desconocido servidor? De ser así, poco podrían obtener de alguien pobre como yo, incluso tengo serias sospechas que vuestras señorías al igual que vuestro representado crean las criptomonedas como algo central donde poner la atención, cuando hay millones de dólares fiat por ganar, con gente que puede pagar vuestros boletos, ir a los estadios, comprar vuestro merchandising (esta palabra me la sé, porque hace muchísimo tiempo fui empresario de consumo masivo, antes de comenzar a pasar hambre como fracasado escritor) y muchas otras cosas con las que vuestro encumbrado cliente puede hacer dinero.

En todo caso, podríamos llegar a un arreglo y pondría mis talentos a la orden de vuestro cliente, con el fin de resarcir las presuntas pérdida de ¿millones? por hacer del sitio web de las grandes ligas, un lugar con mayor tráfico, dado que cuando escribo agrego muchos enlaces dirigidos allí, porque quiero creer en algo: la gente da clic en los links incluidos para verificar donde recupero información, con el fin de crear crónicas -medianamente aprobables- de las hazañas de vuestros atletas. Créanme, la mayoría de las veces nadie me lee, pero los haters profesionales han hecho un gran favor a éste autor al conseguir más de 350 visualizaciones para algo que en promedio no pasa de 10 visitas regularmente.

Disculpen me haya ido del centro del tema, quiero despedir este descargo con la convicción de vuestro equilibrado talante. Jamás en la historia de la humanidad, personas corrientes han tenido la oportunidad de cortar una pequeñísima parte del pastel de las redes descentralizadas y siempre habrá alguna manera de acceder a ello, si éstas son capaces de poner los propios talentos al servicio del conocimiento colectivo, en el área donde sea ellas destaquen. Y también siempre existirán personas que no ven más allá de sus narices; sé que vuestras señorías apuntarán con el tiempo avalar las primeras y a despreciar las segundas.

*Dirigida a los verdaderos abogados de MLB, no a los leguleyos suplantadores.

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