Los días grises suelen ser tristes, son los días en los que más solemos ponernos dejarnos llevar por los pensamientos. En los días grises también sentimos ese ambiente frío y a la vez confortable, para estar tranquilos en casa, sin muchas tareas diarias que realizar, solo descansar. Existen personas que no le gusta este tipo de clima, porque saca esa pereza o flojera que llevamos por dentro y no podemos realizar esas labores que día a día tenemos que hacer.
Imagen de Peter H en Pixabay En lo particular, amo los días grises porque me permite visualizar las diferentes situaciones que el mismo ambiente nos hace disfrutar y también nos demuestra que tan cambiante es nuestra vida. Siempre me gusta hacer esta analogía entre la vida y el clima. Ya lo he dicho en post anteriores: la vida es un sube y baja de emociones, pero también de situaciones.
El ser humano no aprende de las situaciones buenas, si no de las situaciones adversas y difíciles. Cuando las situaciones difíciles llegan a nuestras vidas nosotros solemos pensar que es el fin del mundo, pero no debemos enfocarnos en que tan mal esta nuestra vida en esos momentos ¡Si, es difícil! no pensar así cuando el mundo se nos viene para el suelo, pero ver las cosas positivas de toda esta situación mala ayuda a saber que no solo hay cosas malas si no también cosas buenas y enseñanzas y/o aprendizaje.
Imagen de Fathromi Ramdlon en Pixabay En días así, me doy cuenta que tampoco aprendemos por consejo de nuestros amigos, padres, hermanos o cualquier otra persona. Tenemos que vivir nuestras propias experiencias para poder aprender, cuando nos enfrentarnos a diferentes situaciones y/o ocasiones es que logramos obtener ese conocimiento positivo, que nos permite crecer como ser humano y también poder afrontar mejor otras situaciones.
Imagen de StockSnap en Pixabay El cielo azul en cambio nos muestra todo lo contrario a un día gris. Un cielo azul es significado de un día abierto, maravilloso o despejado. Ese camino abierto hacia lo que queremos lograr y/o obtener sin ningún tipo de circunstancia adversas, parece todo un mundo de fantasías donde podemos llevar a cabo nuestras tareas sin ningún tipo de impedimento.
Lo que se, por experiencia propia, es que sin duda alguna la vida nos premia de distintas maneras. Momentos buenos, momentos que no son ni buenos ni malos y momentos que no debemos llamar "malos" si no momentos difíciles o aprendizaje. Como ya he dicho, todo depende de la actitud con la que nosotros tomemos esas situaciones, vendrán momentos difíciles ¡Si!, vendrán momentos buenos, ¡también! pero el cielo nos regala infinitas posibilidades al igual que la vida misma.
los días grises o los días claros me ayudan a reflexionar y poner la mejor actitud durante todas las situaciones que me puedan suceder para así poder lograr lo que quiero, a ustedes, ¿también los días los hace reflexionar?