
Aunque estamos en una época en que podemos enviar mensajes hasta el otro lado del mundo, siempre habrá ocasiones que no te llegues a comunicar con ciertas amistades por ciertas circunstancias que no nos permiten hacerlo y pase el tiempo sin saber nada de ellos.
Sobre todo cuando son amistades con las que creciste y formaste un gran lazo prácticamente irrompible, que es ese mismo lazo es el que ha logrado que a pesar de la distancia podamos volvernos a encontrar.
Hoy hace más de un año por fin pude volverme a comunicar con una amiga con la que no había hablado en más de un año y por fin pude hacerlo. El poder ver como ha estado y que nos podamos poner al corriente al hablar de nuestras vidas y de lo que ha pasado da una sensacion de felicidad que recorre todo el cuerpo.
Una amistad de esas fuertes, se vuelve una segunda familia y es como recontrarte con ese familiar que no habías visto en años. Me siento mu feliz de ver que se encuentra bien (sobre todo porque lo último que me había enterado es que habia caido ante esta pandemia y andaba grave, pero al final salio adelante) y que anda trabajando duro.
Siempre entre nuestros amigos nos comunicamos y de alguna u otra forma nos enteramos de como se están pasando los demás, pero nada es mas reconfortante que saber directamente y con la voz de esa amistad.
Como les mencionaba hace rato, mis amigos y yo somos como una familia, somos hermanos y siempre buscamos apoyarnos, celebrar nuestros éxitos y porque no, poder disfrutar de en ocasiones hacernos un poco de bulling.
Pero lo que mas extraño es poder verlos presencialmente. En Diciembre ya iba a tener la oportunidad de ver a todos mis amigos, sin embargo termine enfermandome de gripa (por suerte no fue el cobicho), lo que termino haciendo que me deprimiera por una semana, y con este año en el que se desató la variante omicron la verdad prefiero esperar un poco mas de tiempo, pero espero la oportunidad de poder verlos nuevamente y perderme por largas horas conversando con ellos entre risas y risas.
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