Saludos amigos de @mundohispano, espero que estén disfrutando de un excelente día junto a sus familiares y amigos.

Por acá me encuentro en esta oportunidad para participar en esta iniciativa espiritual que nos lleva a reflexionar sobre las situaciones que nos hacen comprender que no estamos solos y que Dios siempre está atento a nuestras peticiones.

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Dios me llamó, o al menos fue cuando yo lo escuché, a través de mi pequeña hija que cantaba en la coral de la iglesia y también a través de mi esposa. Yo estaba asistiendo los domingos a misa a ver a mi hija cantar, porque de soltero lo hacía pero en forma muy esporádica.

Un día mi esposa escuchó por la radio el anuncio de un curso de biblia que eran dos horas cada sábado y me dijo que nos inscribieron allí, a lo cual respondí de forma tajante: ¡no tengo tiempo!. Tengo que trabajar en el día y dar clases de noche.

Mi esposa me respondió: "no vas a poder dedicar dos horas semanales a Dios". Esas palabras retumbaron en mi mente como si Dios mismo me estuviese hablando. Lo único que pude decir después de un rato fue: "tienes razón".

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A partir de allí comencé a servir en la iglesia. Hoy día, después que no tenía tiempo para Dios, pertenezco a varios grupos parroquiales: lectores, catequistas, ministro de comunión, pastoral familiar y secretario de actas.

Quiere decir entonces que si hay tiempo para Dios, lo que falta es esa chispa que encienda la mecha de la fe y solo él sabe como encenderla.

Testimonios de su presencia tengo muchos. Muchas veces nos hemos encontrado sin dinero para las compras y basta mencionarlo en nuestras oraciones y de alguna manera al día siguiente aparece lo necesario para la comida.

Hay cosas que parecen tontas pero con ellas reafirmo que cada día Dios nos está escuchando, como el día en que perdí el cable para cargar mi teléfono y necesitaba hacer una llamada urgente pero el teléfono estaba descargado. Lo busqué por toda la casa sin éxito.

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En la noche le pedí a Dios que me iluminara para encontrar ese cable y cuando amaneció el siguiente día, amanecí con ganas de ir al baño, cosa rara en mi porque siempre voy después de desayunar, y qué les parece?, ahí a un lado del lavamanos estaba el cable enrollado.

Así también durante la pandemia del covid 19, formamos un grupo de oración en mi casa con los vecinos cercanos para pedir por una vecina de 75 años que estaba muy mal.

No solo la vecina se sanó, sino que a mi familia no nos dio la enfermedad y al resto de los integrantes del grupo les dio pero muy leve. Esto no puede ser casualidad.

Yo no conocía la biblia y cuando comencé a estudiarla me enamoré de la palabra de Dios . El evangelio de Mateo dice: "busca primero el reino de Dios y su justicia, todo lo demás vendrá por añadidura"(Mateo 6,33). Así que no basta con decir yo creo en Dios, sino también hay que creer en sus promesas.

Invito a los amigos @mamaemigrante, @morepina y @felpach a participar en esta interesante iniciativa.

Gracias por leer mi testimonio y espero les sirva tanto como a mi.
Bendiciones

• Imágenes tomadas de Pixabay
• Portada elaborada con Canva
• Traductor de texto utilizado: Deepl

Tell me the story/ Do we have time for God?

Greetings, friends of @mundohispano. I hope you are enjoying a wonderful day with your family and friends.

I am here today to participate in this spiritual initiative that leads us to reflect on situations that make us understand that we are not alone and that God is always attentive to our requests.

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God called me, or at least that's when I heard Him, through my little daughter who sang in the church choir and also through my wife. I was attending Mass on Sundays to see my daughter sing, because when I was single I did so, but only very sporadically.

One day my wife heard an announcement on the radio about a Bible course that was two hours long every Saturday, and she told me that she had signed us up for it, to which I replied emphatically: “I don't have time! I have to work during the day and teach classes at night.”

My wife replied, “You can't devote two hours a week to God.” Those words echoed in my mind as if God himself were speaking to me. All I could say after a while was, “You're right.”

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From there, I began to serve in the church. Today, after not having time for God, I belong to several parish groups: readers, catechists, communion minister, family ministry, and secretary of minutes.

This means that if there is time for God, what is missing is that spark that ignites the fuse of faith, and only He knows how to ignite it.

I have many testimonies of His presence. Many times we have found ourselves without money for groceries, and all we have to do is mention it in our prayers, and somehow the next day we have what we need for food.

There are things that seem silly, but they reaffirm that God is listening to us every day, like the day I lost the cable to charge my phone and needed to make an urgent call, but the phone was dead. I searched the whole house for it without success.

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That night, I asked God to enlighten me so I could find that cord, and when dawn broke the next day, I woke up needing to go to the bathroom, which was unusual for me because I always go after breakfast. And guess what? There, next to the sink, was the cord, rolled up.

Similarly, during the COVID-19 pandemic, we formed a prayer group at my house with our neighbors to pray for a 75-year-old neighbor who was very ill.

Not only did the neighbor recover, but my family did not get sick, and the rest of the group members only had very mild symptoms. This cannot be a coincidence.

I didn't know the Bible, and when I began to study it, I fell in love with the word of God. The Gospel of Matthew says, “Seek first the kingdom of God and his righteousness, and all these things will be added to you” (Matthew 6:33). So it's not enough to say I believe in God; you also have to believe in his promises.

I invite my friends @mamaemigrante, @morepina, and @felpach to participate in this interesting initiative.

Thank you for reading my testimony, and I hope it helps you as much as it has helped me.
Blessings

• Images taken from Pixabay
• Cover created with Canva
• Text translator used: Deepl