Mi primera pesca Artesanal [eng/Esp]

Hola querida comunidad de Hive Sucre, aquí sigo tratando de ser constante con mostrarles por esta plataforma todas las actividades que realizo, siempre tratando de vivir mi vida, descubriendo, explorando, hacie8ndo siempre cosas nuevas para salir de la rutina y ser feliz con ello.

Mi novio viene de una familia de pescadores, desde pesca de fondo hasta pesca en altamar. Su trabajo desde hace muchos años es en un barco atunero, pero cuando está en tierra firme hace pesca artesanal de fondo por hobby, porque el que trabaja en la mar es porque realmente lo ama y él siente mucha pasión por ello.

Yo soy una persona que no me monto a menudo en botes a pesar de vivir en una ciudad del oriente de Venezuela; sin embargo, muchas veces que fui a margarita o al parque nacional mochima llegué a marearme. Por lo que mi novio, cuando mencionó por primera vez si quería ir a pescar con él un día, temía que no pudiera soportar tantas horas por el mareo.

Como buen navegante, espero que hubiera un día de buen clima para planificar mi primera pesca artesanal de fondo con nailon y anzuelos con carnada. Así que nos fuimos en un bote pequeño que tiene un primo de él. Fuimos 3 personas, equipados con comida que necesitaríamos para pasar el día, cava con hielo para el pescado y la carnada.

Nos fuimos a las 10 de la mañana, navegamos desde la marina de la ciudad de Cumana hasta un punto medio entre Cumana y punta Araya. Allí hay una fosa bastante profunda de unas 60/70 brazas (medidas de marineros) que son aproximadamente unos 90 metros de profundidad y allí nos anclamos para comenzar la pesca.

Mi novio me explicó todo el procedimiento que debía realizar, desde poner la carnada hasta recoger el nailon con el pescado. Pasado el tiempo comencé la faena y para mi gran sorpresa, a pesar de lo complicado de poder pescar a esa profundidad, saqué mi primer pescado, un cubano hermoso, que me emocionó muchísimo y él también saltó de alegría a darme un gran beso.

Pasaron las horas y me mareé un poco y hasta vomité para sentirme mejor, pero eso no fue impedimento de seguir pescando, ya que no fue tan mal e intenso el mareo, era algo controlado.

Pareció por momentos porque me dolían mucho mis dedos, porque el nailon quema, y los chicos acostumbrados no pararon ni un momento. Yo me relajé tanto y me gustó tanto estar en el mar que hasta me dormí un rato, escuchando el sonido del mar, la calma de todo y el cantar de unas gaviotas que nos acompañaron.

Se pescaron algunos peces que son peligrosos, por lo que había que matarlos antes de sacar del anzuelo, como es la cherneta, el congrio, también catalana, tajali y cunaro.

Fue una experiencia que me encantó y de seguro volvería a repetir. Grabe y tome algunas fotos que les mostraré a continuación. Me gustaría para la próxima poder dejar el teléfono fijo en un lugar e ir grabando mejor porque fue un poco complicado dejar de pescar para grabar.

Hasta una próxima publicación, gracias por todo el amor y por todo el apoyo.