Saludos cordiales para todos los que hacen vida en la blockchain, especialmente para los amantes de la educación.
Hoy quiero compartir con ustedes algunos criterios que, según mi opinión y experiencia, deberíamos tomar en cuenta al evaluar en línea a nuestros estudiantes.
Diseño realizado con Canva e imagen libre de derechos de autor tomada de Freepik / Autor: Vectorjuice
La evaluación es uno de los procesos más importantes más importantes a nivel educativo. Ella nos permite saber si hemos alcanzado los objetivos de aprendizaje propuestos o si el estudiante alcanzó las competencias esperadas.
También brinda información acerca de la práctica docente, las estrategias didácticas utilizadas, los recursos empleados, etc. permitiendo la identificación de aciertos y desaciertos que tuvieron lugar durante el proceso de enseñanza y aprendizaje.
La evaluación es fundamental en la educación, en todos sus niveles y modalidades, cuánto más en la educación en línea, donde el contacto personal con el estudiante es escaso o está ausente.
El tema de la evaluación es uno de los más atacados en la educación en línea, de hecho, es uno de los aspectos por los cuales se piensa que esta modalidad de estudio es sinónimo de fraude y de mala preparación.
Esto no tiene que ser así necesariamente, sobre todo porque el rol del docente y el estudiante son distintos a la educación presencial, y porque hay una serie de aspectos que se deben cuidar para evaluar confiable y eficientemente a nuestros estudiantes.
De acuerdo a mi experiencia durante estos dos últimos años de pandemia, en donde nos hemos paseado (en Venezuela) por dos tipos de educación a distancia: el E-learning y el B-learning, considero que hay una serie de criterios que debemos tomar en cuenta para alcanzar esa eficiencia y confiabilidad en la evaluación en línea:
1.- Coherencia con los principios de la educación en línea: sería absurdo pensar que evaluaremos en línea de la misma forma como lo hacemos en la presencialidad, donde el estudiante cuenta con un docente al que puede consultar y manifestar sus dudas en persona.
En la educación en línea, juega un papel muy importante la ubicuidad, el uso de la tecnología, la multimedialidad, entre otros aspectos que pueden condicionar la estrategia de evaluación a utilizar.
2.- Desarrollo de habilidades: nuestras evaluaciones no pueden limitarse a conocer si el estudiante domina o no un contenido y a colocarle una calificación.
Debemos desarrollar un pensamiento de alto nivel, donde el análisis, la síntesis, la resolución de problemas y la reflexión estén presente.
Lo que se busca es que los estudiantes, al culminar la evaluación, hayan alcanzado un nivel de preparación superior al que antes tenían.
3.- Relación con la realidad: todo contenido evaluado debe salirse del texto o del sitio web que se utilizó para estudiarlo, hacia la realidad y el contexto geográfico del estudiante.
De esta forma, se propicia un aprendizaje significativo porque se le encuentra aplicabilidad práctica a dicho contenido. Evitemos evaluar lo que dice la teoría sin aplicación práctica.
4.- Recursos tecnológicos disponibles: trabajar en línea no es tarea fácil si no se cuenta con la tecnología necesaria. Es importante conocer cuáles son los recursos con los que cuentan nuestros estudiantes para seleccionar la estrategia de evaluación apropiada.
¿De qué serviría hacer una evaluación por medio de una aplicación móvil si la mayoría de nuestros estudiantes utiliza computadora de escritorio? ¿O emplear aplicaciones compatibles solo con teléfonos celulares de última generación cuando nuestros estudiantes, o el mismo docente, cuentan con equipos de una baja gama? Seamos realistas.
5.- Variedad de aplicaciones: una vez que conozcamos los recursos tecnológicos de los estudiantes, escojamos varias aplicaciones o programas para hacer divertida la evaluación.
Podemos animarnos, incluso, al incorporar la gamificación para hacer más dinámica y amena la evaluación.
6.- Tipos de aprendizaje e inteligencias múltiples: recordemos que no todos los individuos aprenden de la misma forma. En nuestras evaluaciones, incluyamos estrategias variadas donde los estudiantes auditivos, visuales, emocionales, observacionales, kinestésicos, etc., se sientan incluidos.
7.- Opiniones y sugerencias del estudiante: el docente que todo lo sabe y que nunca se equivoca no existe. Escuchemos a nuestros estudiantes, tomemos en cuenta sus gustos e intereses, y echemos a volar nuestra imaginación para hacer de la evaluación un proceso interesante para ellos.
Recordemos que estamos en presencia de nuevas generaciones, con gustos diferentes, hasta con una manera distinta de comunicarse. Volvámonos al estudiante, a ellos les gusta la tecnología, pero hay que utilizarla inteligentemente en cada evaluación.
8.- Componente socioafectivo: en la educación en línea este aspecto es vital porque, de lo contrario, se vuelve tediosa. Cuando evaluemos a nuestros estudiantes, brindemos de forma oportuna la retroalimentación que ellos necesitan para saber en qué aspectos deben mejorar.
Usemos un lenguaje positivo, que los anime a continuar, seamos cercanos, conectemos con ellos para que no sientan que los estamos evaluando para sacarlos del juego, sino porque queremos que continúen en él y salgan vencedores.
Finalmente, algo indispensable para contar con una evaluación en línea confiable: se necesitan docentes dispuestos, capacitados, motivados y comprometidos con el proceso educativo que lideran, aún en los espacios virtuales.
Par culminar quiero compartirte esta imagen que resume en un diagrama todo lo que te he comentado, espero te sea útil:
Diseño realizado con Canva e imagen libre de derechos de autor
Ahora sí me despido, te invito a compartir tus impresiones en los comentarios de este post ¿Qué aspectos añadirías a esta lista para lograr que la evaluación en línea sea confiable y eficiente?
Te leo en los comentarios. Hasta la próxima.
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