Saludos a todos los miembros de la comunidad, ¿cómo se encuentran? Nunca me había animado a participar en alguna dinámica acá hasta ahora, y me emociona bastante que sea sobre este tema tan complejo como cuando ciertas personas tienen opiniones sobre lo que deberías hacer. En mi caso, esas personas fueron mis padres. He comentado en algunas oportunidades que mis padres siempre han sido de la clase sobreprotectora, al ser hija única, se entiende bastante las razones, además de que a mí me tocó crecer en una zona bastante peligrosa en esa época, por lo que se intensificada mucho más esa necesidad de su parte por protegerme del mundo.

No sé cuántas veces escuché ese mismo ‘es por tu propio bien’ cuando quería hacer algo y me frustraba bastante. Durante mi infancia, en realidad no tuve la oportunidad de ir a reuniones con amigos del colegio, ni hacer pijamadas, ni salidas a recrearme, porque mis papás no estaban de acuerdo con eso. Ahora, con la madurez que tengo, entiendo que tenían muy buenas razones para negarse y tener sus reglas, sobre todo una regla de oro en donde yo solamente podía estar con ellos, no me dejaban salir ni siquiera con otros familiares, porque decían que nadie me iba a cuidar mejor que ellos.

Podemos ver en las noticias que han ocurrido muchos casos de niños y adolescentes que se han visto envueltos en situaciones horribles por eso mismo, porque los padres fueron demasiado confiados. Dudo mucho que los tiempos de antes hayan sido mejores, sólo que con las redes sociales y la tecnología, la información se conoce y esparce con una mayor facilidad, lo cual hace que nos enteremos más de que este tipo de situaciones sí se presentan a diario. Si yo tuviera hijos ahora mismo, también tendría esa misma regla, pase lo que pase.

Sin embargo, estas restricciones hicieron que me encerrara en mí misma y no tuviera amigos muy cercanos durante mucho tiempo más allá de mis primos, porque ¿quién quiere ser amigo de alguien con quien no puedes salir a pasar el rato? Fue un poco difícil para mí, sobre todo en la etapa de la adolescencia. Afortunadamente en los últimos años de bachillerato conseguí con grupo de amigos que todavía conservo en la actualidad, y con quienes tengo recuerdos muy bonitos. Supongo que podría decirse que lo bueno se hace esperar.

Cuando entré en la universidad no fue diferente, porque mi papá trabajaba en la misma universidad donde estudié mi carrera de pregrado, entonces si quería salir, lo tenía a él haciéndome un millón de preguntas y negándome el permiso para ir. Quizá, tuve la oportunidad de ir a varias salidas, pero me cohibía porque mi papá por esa época era bastante abrasivo, me dejaba con una sensación de que aunque fuera una simple salida al cine, no me apoyaba y estaría muy molesto si yo iba, entonces terminaba rechazando las invitaciones. En el fondo siento que por eso no disfruté de mi etapa universitaria.

Mi momento de liberación vino con mi último año porque sentía que estaba dejando una etapa atrás, finalmente me vi a mí misma como una mujer adulta que tomaba sus propias decisiones y me armé de valor para ir marcando mis límites poco a poco, comencé a darme mis espacios, entendiendo que tenía derecho a vivir mi propia vida así como mis padres vivían la suya. Acepté salidas de amigos, fui a fiestas, me quedé hasta tarde en la universidad, dormí en casa de amigos…

Creo que el punto más importante de este tema es entender que siempre habrá personas que tienen opiniones sobre qué es lo que deberías hacer y pretenden tomar decisiones por ti excusándose en que es para nuestro bienestar, pero permitir eso hasta el punto donde no nos conozcamos plenamente a nosotros mismos termina trayendo más cosas negativas que positivas. Los principales en tratar de hacer esto van a ser nuestros padres porque ellos asumen un rol de cuidadores desde un principio y a veces les cuesta ver que se tiene que avanzar hacia adelante.

Ahora, lo que quiero de la vida son experiencias, quiero vivir al máximo, descubrirme a mí misma un poco más cada día y disfrutar de todo lo que la vida tiene para ofrecerme. Los tiempos han sido duros para mí, y he entendido que no habrá tiempo mañana para disfrutar, que tiene que ser ahora. Eso es lo que he estado tratando de hacer durante esta etapa de mi vida, aunque quizás aún me falta mucho por recorrer porque a veces siento que no tengo la motivación suficiente, pero sé que siempre vendrán tiempos mejores, y hay que estar preparados para aprovecharlos.

Muchas gracias por haber llegado hasta acá, espero que estén bien.

Las fotos son mías y fueron editadas usando Canva.