A greeting to all my friends from #Ecency. HBD is an oddity in a world as simple as mine.
Interacting with a currency as important as HBD, dominant in the international market, keeps me immersed in a tale.
My connection with money comes with stories from my ancestors who paid with bonds called mandados, subsistence products, and later with cents of a currency that always responded to the American dollar due to the economic subordination that always existed with the foreign power, the United States.
The total collapse came in 1970 with the monetary change that responded to a new social system, which evidently does not care about the economy. Since the currency lacks value, everything fell apart more than half a century ago.
There are people who have never been able to understand what a virtual currency is about; I still struggle to internalize how it fluctuates. My amazement at a cryptocurrency comes to me as a cultural process.
Since I arrived at Hive, every day is a revelation. It leaves me perplexed how HBD (Hive Backed Dollar) is stable and beats with the decentralized heart of the blockchain. And I like its green identity, a color that seems to tell us there is growth, life.
At first, I wondered: Why green? It's not a minor detail. Bitcoin is golden, like a precious metal, but HBD chose green, the same as traditional American money, but with a different, more vibrant spirit.
I really like physical money, but HBD promises stability, my stability because for the first time I feel paid for the content I generate. It also seems like an elegant detail because HBD does not depend on banks or governments. It’s the green of freedom, not control.
Every time I operate with HBD, I feel like I’m participating in an innovative experiment. It’s a stable currency, yes, but it’s also an act of collective faith that we create with words, where the rules are written by users, not some owner. And that vibrant green in the charts is as if they were telling us, with HBD we can do it right and safe.
Sometimes, when I see my HBD balance, I think about how something so technical, an algorithmic stablecoin, can inspire so much fascination. I can exchange, invest, or stake to earn forever. But it’s not just codes or numbers—I’ve converted it into physical money, and 10 HBD exceeds what I normally earn as regular remuneration for a month of work.
Never has my word been better rewarded; Hive with its HBD is proof that another economy is possible. And green, that color we all associate with old money, here becomes a symbol of hope.
I’ve already obtained some items with HBD, and I’ve also supported other hivers, communities, and nothing is more encouraging than seeing my project grow to enjoy and understand equally that well-paid work brings enjoyment.
In the end, HBD teaches me that even the most familiar things can be radical when they are in the hands of the community. And that, for a growing hiver like me, is pure magic because now I understand true democracy, generosity, retribution, and development.
And while the physical currency I have access to loses value every day, I remain protected by the invisible magic of the best and most decentralized stablecoin you've never heard of: HBD.
A currency whose printing cost is higher than its exchange value
¿Por qué HBD es la mejor y más decentralizada Stablecoin de la que nunca has oido hablar?
Un saludo para todos mis amigos de #ecency. HBD es una rareza en un mundo tan sencillo como el mio
Interactuar con una moneda tan importante como el HBD, dominante en en el mercado internacional me mantiene como sumergida en un cuento.
Mi contacto con el dinero viene con historias de mis antepasados que pagaban con bonos los llamados mandados, productos de subsistencia y luego con centavos de una moneda que respondió siempre al dólar americano por la subordinación económica que siempre existió con la potencia extranjera Estados Unidos.
El descalabro total vino en el 1970 con el cambio monetario que respondía a un nuevo sistema social en Cuba,al cual evidentemente no le importa la economía. Como la moneda perdió su valor pues todo se vino abajo desde algo más de medio siglo.
Hay personas que nunca han podido entender de qué va una moneda virtual, a mi me cuesta aún interiorizar como fluctúa. Mi asombro ante una criptomoneda me viene como un proceso cultural.
Desde que llegué a Hive, cada día es una revelación. Me deja perpleja como el HBD (Hive Backed Dollar), es estable y late con el corazón descentralizado de la blockchain. Y me agrada su identidad verde, un color que parece decirnos que hay crecimiento, vida.
Al principio, me preguntaba: ¿Por qué verde? No es un detalle menor. El Bitcoin es dorado, como un metal precioso, pero el HBD eligió el verde, el mismo del dinero tradicional americano, pero con un espíritu diferente, más vibrante.
Me gusta mucho el dinero físico pero el HBD promete la estabilidad, mi estabilidad porque por vez primera me siento pagada por el contenido que genero. También parece un detalle elegante, porque el HBD no depende de bancos ni gobiernos. Es el verde de la libertad, no del control.
Cada vez que opero con HBD, siento que participo en un experimento innovador. Es una moneda estable, sí, pero también es un acto de fe colectiva que creamos con la palabra, donde las reglas las escriben los usuarios, no algún dueño. Y ese verde vibrante en las gráficas es como si nos dijeran, con HBD podemos hacerlo bien y seguros.
A veces, cuando veo mi balance en HBD, pienso en cómo algo tan técnico, un stablecoin algorítmico, puede inspirar tanta fascinación. Puedo cabiar, invertir o estacar para siempre ganar. Pero es que no es solo códigos o numetos, lo he convertido en físico y 10 HBD superan lo que normalmente puedo obtener por remuneración habitual por un mes de trabajo.
Nunca mi palabra y mi contenido fue mejor retribuido, Hive con su HBD es la prueba de que otra economía es posible. Y el verde, ese color que todos asociamos con el dinero viejo, aquí se convierte en un símbolo de esperanza.
Ya he obtenido algunos artículos con HBD, como también he apoyado a otros hivers, comunidades y nada más alentador que ver crecer mi proyecto para disfrutar y entender a partes iguales que el trabajo bien remunerado trae disfrute.
Al final, el HBD me enseña que hasta lo más familiar, puede ser radical cuando está en manos de la comunidad. Y eso, para un hiver en crecimiento como yo, es pura magia porque ahora es que entiendo la verdadera democracia, generosidad, retribución y desarrollo.
Y mientras la moneda física a la que tengo acceso pierde valor cada día, sigo amparada por la magia invisible dela mejor y más decentralizada Stablecoin de la que nunca has oido hablar: HBD.
Moneda cuyo costo de impresión es más alto que el valor de cambio que representa