Greetings to this sister community of #mundoautismo and to all those who from this #ecency door come here.
It was Sunday and Dylan knew it. As soon as the sun smiles, we already embellish ourselves ... and the wink. That was the plan but, this Sunday we were not very lucky, there was no function.
Without giving up we continue to enjoy the heat of the morning and what surprise, an activity for children prepared in the park. I, entertaining, was going to keep its way, but Dylan remained petrified which statue, he suspected that something good was going to happen and it was.
Dolls, dancers and clowns arrived, music and colors illuminated our faces.
I have three children, and Dylan's sisters sometimes get somewhat jealous. They tell me that I prefer it. I always answer that it is the one that needs me the most.
They do well to get jealous, because it is with him who I have more fun, Dylan is a seventeen -year -Sprinkle the water in the pool or fill ourselves with sand when we go to the beach.
Dylan and I laughed almost everything and although people on the street sometimes look at us weird, we spend wonderfully. With Dylan every morning it is a new adventure, nothing is safe and everything is surprising, like today.
We left a puppet function and ended up dancing Conga in the Central Park of Santa Clara.
It was a show prepared by the Juan Marinello Culture House, which is located in front of the park.
Dances, songs and participation games.
The girls danced and wide skirts seemed to bloom in each turn. Dylan enjoyed the morning and I accompanied him happy to see him have a good time.
At the end, the dolls summoned the public with a Conga throughout the park and Dylan infected by the excitement joined, it is the first time that he does and barely managed to catch him with his lens.
Enjoying your smile calms me down, it fills me and makes me understand that every dawn is a gift. My children are my treasure and I hug them every day, I pamper them, although my girls continue to repeat that I give Dylan more affection.
Thank you for sharing this adventure and do not forget to leave a hug or greeting in your comments.
Saludos a esta hermana comunidad de #mundoautismo y a todos los que desde esta puerta de #ecency llegan hasta aquí.
Era domingo y Dylan lo sabía. Apenas el sol sonríe, ya nos embellecemos... y al guiñol. Ese era el plan pero, este domingo no tuvimos mucha suerte, no hubo función.
Sin darnos por vencidos seguimos disfrutando del calor de la mañana y qué sorpresa, en el parque se preparaba una actividad para los niños. Yo, entretenida, iba a seguir camino, pero Dylan se quedó petrificado cual estatua, él sospechó que algo bueno iba a suceder y así fue.
Llegaron muñecos, bailarinas y payasos, la música y los colores iluminaron nuestros rostros.
Tengo tres hijos, y las hermanas de Dylan a veces se ponen algo celosas. Me dicen que lo prefiero. Siempre les contesto que es el que más me necesita.
Hacen bien en ponerse celosas, porque es con él con quién más me divierto, Dylan es un muchachote de diecisiete años, aún así, sigue disfrutando de todas esas cosas que a todos los pequeños les encanta y bueno, yo también estoy grande y confieso que sigo amando los títeres, los payasos, el sol, salpicar el agua en la piscina o llenarnos de arena cuando vamos a la playa.
Dylan y yo nos reímos de casi todo y aunque la gente en la calle a veces nos mire raro, la pasamos de maravilla. Con Dylan cada mañana es una nueva aventura, nada es seguro y todo es sorprendente, como hoy.
Salimos en pos de una función de títeres y terminamos bailando conga en el parque central de Santa Clara.
Fue un espectáculo preparado por la Casa de Cultura Juan Marinello, que está situada frente al parque.
Bailes, canciones y juegos de participación.
Las niñas danzaron y amplias faldas parecían florecer en cada giro. Dylan disfrutaba la mañana y yo lo acompañaba feliz de verlo pasar un buen rato.
Al finalizar, los muñecones convocaron al público con una conga por todo el parque y Dylan contagiado por la algarabía se sumó, es la primera vez que lo hace y apenas logré atraparlo con el lente.
Disfrutar de su sonrisa me calma, me llena y me hace entender que cada amanecer es un regalo. Mis hijos son mi tesoro y cada día los abrazo, los mimo, aunque mis niñas me sigan repitiendo que le doy más cariño a Dylan.
Gracias por compartir esta aventura y no olviden dejar algún abrazo o saludo en sus comentarios.
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