Señoras y señores ¡Llegó la Navidad! Y, aunque no es una completa novedad, es una época del año que nos dispone y predispone con una actitud que habla de nosotros, de nuestro estado de ánimo, de cómo la vivimos y la sentimos.

Como dice la vieja canción de la Billo's Caracas Boys:

Hay quien tiene todo
Todo lo que quiere
Y sus Navidades siempre son alegres
Hay otros muy pobres
Que no tienen nada
Son los que prefieren que nunca llegarán.

Haciendo la respectiva salvedad de tenerlo todo o no tener nada, enfoquémonos en lo que sentimos en esta época en que muchos sienten que se llenan de una alegría especial, se fortalece el optimismo y se despiertan las mejores expectativas por lo que vendrá.

Las tradiciones y rituales llenan sus espacios abocándose a ellas, resaltando valores familiares, religiosos, conexiones con sus mayores deseos y encontrando espacios reales para expresar su solidaridad y empatía con el otro, que de pronto deja de verlo como lejano y lo acerca a sus afectos.

Otros ven en las Navidades una época netamente comercial centrándose en los análisis económicos de la temporada, los precios de los alimentos y productos que se disparan, las calles y espacios comerciales llenos de gente y una sensación perenne de que no hay dinero para nada., pero en medio de todo este panorama disfrutan de las reuniones familiares y si hay reencuentros mucho mejor.

También están los indiferentes y aquellos que el tema Navidad los aburre, año tras años el mismo cuento, como me dijo una vez una señora que me ayudaba en algunas faenas de la casa una mañana cuando llegó, yo alegre, la recibo diciéndole ¡Llegó la Navidad, señora Carmen!, y ella muy seria me respondió. ¡Ah, sí, otra vez con la misma yuca! 😱😂😂😂

Y así, entre una y otra cosa cada uno asume la Navidad a su manera y estas maneras incluyen los estados de ánimo, las emociones, por lo que circunstancias determinadas modifican nuestras conductas de un año para otro, hago referencia a este punto porque algo de ello he vivenciado. Te cuento.

Para mí la Navidad siempre ha sido una época bonita, alegre, que saca mi mejor voluntad para pasarla bien, sin embargo, cuando mi hija emigró hace seis años, un mes de noviembre, el sentimiento más intenso fue de un gran vacío que solo lo llenaba con la tristeza, nada que ver con montar nacimiento y mucho menos arbolito, solo recuerdo que pasé los siguientes tres años colocando en una mesa mi pequeña colección de nacimientos y alguno que otro detalle en puertas y ventanas.

Para el cuarto año, ya había superado algo el duelo profundo, había añoranza, pero ya no tanto resentimiento por las circunstancias y me animé a montar el arbolito de Navidad. El año pasado mi mamá se encontraba muy mal de salud, por lo que no había en el grupo familiar, entusiasmo para celebración, sin embargo, los niños siempre salvan el momento y son un gran motivo para sobreponerse y poner nuestra mejor intención para que ellos tengan una vivencia feliz.

Vinieron nuestras nietas de Maturín a visitarnos y estaban las tres sobrinas nietas, que una en el mes de agosto había superado una prueba fuerte de salud, esos son motivos para celebrar y agradecer. Así que planificamos las dos cenas familiares en mi casa y eso nos distrajo mucho de lo que estamos viviendo, en ese momento como hijas.

Este año, es el primer año que mi mamá no está físicamente entre nosotros, lo que a ratos me produce nostalgia, sentimiento que alejo haciéndola copartícipe de la alegría que sentimos por tener un recién nacido en la familia, el primer varón después de treinta y dos años y trece niñas.

Definitivamente, me siento más tranquila, en mayor armonía interna para disfrutar plenamente esta Navidad, tanto es así que me he reconciliado con mi Niño Jesús y he montado de nuevo el pesebre con todo el cariño y amor que su mensaje profundo nos trae: paz y reconciliación con la vida.

Bueno, creo que más que proponerles una iniciativa lo que les traje fue una catarsis. Te invito a que limpies este jardín y siembres tus propias flores, contándonos ¿cómo vives tu Navidad?, ¿Quién es tú yo navideño?

Por los momentos cerramos este espacio de ¿quién soy? Será en enero cuando retomemos la actividad, pues aún nos quedan algunas preguntas para indagar. Por lo pronto.

¡Feliz Navidad! Que este llena de bendiciones, de gratos y alegres momentos. Un abrazo fuerte y cariñoso para los amigos de este clan virtual que llamamos Holos-lotus.

In English

Ladies and gentlemen, Christmas is here! And, although it is not a complete novelty, it is a time of the year that disposes and predisposes us with an attitude that speaks of us, of our mood, of how we live and feel it.

As the old Billo's Caracas Boys song goes:

There are those who have everything
Everything he wants
And their Christmases are always merry
There are others who are very poor
Who have nothing
They are the ones who prefer that they will never arrive.

Making the respective caveat of having everything or having nothing, let's focus on what we feel at this time when many feel that they are filled with a special joy, optimism is strengthened and the best expectations for what is to come are awakened.

Traditions and rituals fill their spaces, highlighting family values, religious values, connections with their greatest desires and finding real spaces to express their solidarity and empathy with others, who suddenly stop seeing them as distant and bring them closer to their affections.

Others see Christmas as a purely commercial season focusing on the economic analysis of the season, the skyrocketing prices of food and products, the streets and commercial spaces full of people and a perennial feeling that there is no money for anything, but in the midst of all this panorama they enjoy family reunions and if there are reunions, so much the better.

There are also the indifferent and those who are bored by the Christmas theme, year after year the same story, as I was once told by a lady who was helping me with some chores around the house one morning when she arrived, I was happy to welcome her saying “Christmas is here, Mrs. Carmen”, and she answered me very seriously: “Ah, yes, again with the same yucca! 😱😂😂😂.

And so between one thing and another, each one assumes Christmas in their own way, and these ways include moods, emotions, so that certain circumstances modify our behaviors from one year to another, I refer to this point because I have experienced some of it. I tell you.

However, when my daughter emigrated six years ago, one November, the most intense feeling was of a great emptiness that I only filled with sadness, nothing to do with setting up a nativity scene and much less a tree, I only remember that I spent the next three years placing on a table my small collection of nativity scenes and some other details on doors and windows.

By the fourth year, I had overcome some of the deep mourning, there was longing, but not so much resentment for the circumstances and I was encouraged to put up the Christmas tree. Last year my mother was in very bad health, so there was no enthusiasm in the family group to celebrate, however, children always save the moment and are a great reason to overcome and put our best intention so that they have a happy experience.

Our granddaughters came from Maturin to visit us and there were the three great-nieces, one of whom in August had overcome a strong health test, these are reasons to celebrate and be thankful. So we planned the two family dinners at my house and that distracted us a lot from what we are living, at that moment.

This year is the first year that my mother is not physically among us, which at times makes me nostalgic, a feeling that I push away by making her share in the joy we feel for having a newborn in the family, the first boy after thirty-two years and thirteen girls.

Definitely, I feel calmer, in greater inner harmony to fully enjoy this Christmas, so much so that I have reconciled with my Baby Jesus and I have reassembled the manger with all the affection and love that his profound message brings us: peace and reconciliation with life.

Well, I think that more than proposing an initiative, what I brought you was a catharsis. I invite you to clean this garden and plant your own flowers, telling us how you live your Christmas, who is your Christmas self?

For the moment we close this space of who am I? It will be in January when we will resume the activity, because we still have some questions to investigate. For now.