Un velo sutil, un hilo que se quiebra,
la mente un laberinto, un alma que se siembra.
Gritos mudos, risas de un eco sin fin,
la cordura se esconde,
la locura es el motín.
Unos visibles, otros con alma que grita en silencio,
todos en la frontera, en un oscuro preludio.
No es debilidad pedir ayuda y sanar,
es valentía para volver a empezar.
#Poesia Propia
Podríamos definir la locura, como una alteración profunda del pensamiento, fundamentado en la percepción de una realidad diferente a los de su entorno, que modifica inmensamente la forma de actuar y el comportamiento de esa persona, llevandolo al lenguaje coloquial un comportamiento que le impide adaptarse a la realidad tal como la mayoría la percibe, donde vemos algunos comportamientos erráticos, desde gritos, silencio, risas solitarias, agresividad aleatoria, que nos hace decir vulgarmente: “Ese es uno de los loquitos de la calle” ¿Pero qué piensas, o que te parece, de esas personas que aparentemente se encuentran normales y están en al borde del abismo emocional?
Digo esto porque conozco algunos casos y me he topado con ellos frecuentemente, donde personas aparentemente sanas, han pasado el limite de la cordura, y de ser personas altamente críticas, responsables y empáticas se convierten en lo que siempre han repudiado, un ser sin cordura aparente, aunque un siguen siendo humanos y merecen su respeto y comprensión, además de ayuda profesional para afrontar su desequilibrio.
Recuerdo haber escuchado en algún sitio del internet, que vivir es una realidad propia, en la cual las reglas de los demás no aplican, sin embargo, las normas sociales son a veces limitantes para vivir, y la locura parece ser la libertad que muchos querrían, pero que pocos suelen envidiar.
Sencillamente esas personas a las que llamamos los loquitos de la calle, son los marginados visibles pero a su vez invisibles para muchas personas al momento de ayudarles o comprenderles, cosa que es una realidad que tu has y yo lo hemos pasado y hasta vivido en carne propia, obviar a una persona por esta condición quizás a propósito o quizás por omisión de como saber llevarlos porque no somos profesionales en el área, y algunos valientes simplemente se lanzan a ayudar, algunos con los resultados no esperados pero como dirían algunos “haz bien sin mirar a quien”.
Pongámonos a ver estas situaciones que quizás vemos en el día a día, esas personas que vemos con ropas desgastadas en la mayoría de los casos, con miradas perdidas, viviendo una realidad fragmentadas, a veces impactados por trastornos mentales graves, denotados por traumas, abandono o quizás por el abuso de sustancias, forman parte de una sociedad olvidada, pero no impalpables, quizás si nos ponemos a observar estas situaciones ellos no eligieron la locura como una alternativa, sino que fueron empujados a ella, y simplemente no pudieron o no fueron apoyados con una mano amiga para salir de el camino de la locura.
Ahora vayamos y atendamos este caso, existen unas personas a las que llamaremos los funcionales invisibles, que son aquellas personas que como tu o yo, trabajan, sonríen, cumplen sus roles laborales, sociales y personales, pero por dentro sufren, se deprimen y se sienten en un vacío existencial que tiende a desconectarlos y hacerlos vivir como si estuviesen en piloto automático, simplemente son personas que requieren apoyo, algunos que se dan cuenta tienen temor a el que dirán, es decir por el prejuicio después de… Esta locura no grita, ni se maneja como las demás, sino mas bien genera perdida de sueño, pensamientos oscuros dando la sensación de no pertenecer a ningún lado.
Aquí es donde hago énfasis, y me gustaría definir a lo que es, necesitar apoyo en estos casos, sencillamente como me dijo una amiga muy allegada a mi casa, la salud mental no es un privilegio, sino mas bien una necesidad humana, ya que en algún momento cada uno de nosotros puede perder el norte, y que pedir ayuda no es una señal de debilidad, sino mas bien una muestra de valentía. Buscar ayuda profesional da especio para que la persona pueda ser el mismo sin máscaras, donde se busca reconectarlo con la realidad.
La línea entre la locura y la cordura no es tan clara, quizás tu o yo, transitamos por momentos donde nos desconectamos de la realidad y una mano amiga viene con apoyo, empatía y escucha, siendo en puente de tránsito hacia nosotros mismos.
muchas gracias y feliz noches a todos
imagenes de Canva Pro
A subtle veil, a thread that breaks,
the mind a labyrinth, a soul that is sown.
Silent screams, laughter echoing endlessly,
sanity hides,
madness reigns.
Some visible, others with souls screaming in silence,
all on the border, in a dark prelude.
It is not weakness to ask for help and heal,
it is courage to start over.
#Own Poetry
Hello my friends, after this little poem, I'll say simply and plainly, let's get to our writing so as not to fill it with meaningless words and show what many of us have a little bit of, madness, something so studied and so distant from understanding, where only the madman (as they would say colloquially) is the one who knows what it is to live it and feel it in his own flesh, whether consciously or unconsciously, being part of his reality and part of the fiction for others around him.
We could define madness as a profound alteration of thought, based on the perception of a reality different from that of those around them, which greatly modifies the way that person acts and behaves, leading to colloquial language and behavior that prevents them from adapting to reality as most people perceive it, where we see some erratic behavior, such as shouting, silence, solitary laughter, and random aggression, which leads us to say colloquially, “That's one of the crazy people on the street.” But what do you think, or what do you think of those people who appear to be normal but are on the verge of an emotional abyss?
I say this because I know of some cases, and have encountered them frequently, where apparently healthy people have crossed the line of sanity, and from being highly critical, responsible, and empathetic individuals, they have become what they have always rejected: beings without apparent sanity. However, they are still human beings and deserve respect and understanding, as well as professional help to deal with their imbalance.
I remember hearing somewhere on the internet that living is a personal reality in which other people's rules do not apply. However, social norms are sometimes limiting to living, and madness seems to be the freedom that many would like, but few tend to envy.
Quite simply, those people we call the crazy people on the street are the visible outcasts, but at the same time invisible to many people when it comes to helping or understanding them, which is a reality that you and I have experienced and even lived through ourselves. Ignoring a person because of this condition, perhaps on purpose or perhaps because we don't know how to deal with them because we are not professionals in the field, and some brave people simply jump in to help, some with unexpected results, but as some would say, “do good without looking at who.”
Let's look at these situations that we may see on a daily basis, those people we see with worn-out clothes in most cases, with lost looks, living a fragmented reality, sometimes impacted by serious mental disorders, denoted by trauma, abandonment, or perhaps substance abuse. They are part of a forgotten society, but not intangible. Perhaps if we take a closer look at these situations, we will see that they did not choose madness as an alternative, but were pushed into it, and simply could not or were not supported with a helping hand to get out of the path of madness.
Now let's look at this case. There are people we will call the invisible functional ones, who are those people who, like you and me, work, smile, fulfill their work, social, and personal roles, but inside they suffer, become depressed, and feel an existential void that tends to disconnect them and make them live as if they were on autopilot. They are simply people who need support. Some who realize this are afraid of what others will say, that is, because of prejudice after... This madness does not scream or behave like the others, but rather causes loss of sleep and dark thoughts, giving the feeling of not belonging anywhere.
Here is where I'd like to emphasize and define what it means to need support in these cases. As a close friend once told me, mental health isn't a privilege, but rather a human necessity. At some point, any of us can lose our way, and asking for help isn't a sign of weakness, but a display of courage. Seeking professional help gives a person the space to be their authentic self without masks, where they can reconnect with reality
The line between madness and sanity is not so clear. Perhaps you or I go through moments where we disconnect from reality and a helping hand comes with support, empathy, and listening, serving as a bridge to ourselves.
Thank you very much and good night to all.
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