Hoy quiero escribirles sobre la carencia de empatía, y esto lo digo por medio de un video que pude presenciar el día de hoy, sobre el dolor ajeno y un comentario de una persona riéndose del fallecimiento de la persona y aquí me dio un poco de molestia y a su vez dolor por la pérdida de valores entre los cuales puedo resaltar la empatía.
Y sin más preámbulo crearé mi escrito con mucho cariño para ustedes mientras me tomo un cafecito para el frío.
Antes de todo este contenido quisiera expresarles sobre la empatía, sin embargo, desde un punto de vista simple y llano ¿Qué es la empatía y porque me enfrasco en expresar sobre ella?, para mí la empatía es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de otra persona en nuestra propia piel, entendiendo de esta manera sus emociones o parte de ellas y de esta manera fomentar la sana relación basada en la comprensión mutua que es algo sumamente grato e importante; Ahora, analizando lo actual que pasa en un mundo en el cual la empatía escasea de manera exponencial, donde muchos hablamos de esta palabra, pero, pocos en realidad sabemos el verdadero sentido de esta inmensa palabra y cualidad humana, debemos conocer que nunca el dolor de otra persona debe ser motivo de risa, ni disfrute, ya que este profundo sentimiento de dolor no es deseable para ninguno de nosotros.
Antes de emitir un comentario o una aseveración sobre alguna persona, me gustaría que te pongas a pensar en la situación del otro, y como debe sentirse, ya que como decía un antiguo profesor universitario: “Cuando señalas con un dedo a una persona tienes otros cuatro dedos en tu mano que te señalan a ti”, con esto quiero expresar que debemos ser un poco más empáticos en la vida y tratar de aportar un pequeño grano de arena para que los demás puedan vivir a gusto, si cada uno aportará un grano de arena, pues, tendríamos una montaña de buenas intenciones, pero como diría un antiguo escrito, de buenas intenciones está lleno el camino al infierno, sencillamente seamos más nosotros y no nos dejemos llevar por las trivialidades de la vida, ya que estas son las que nos hacen decaer.
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Debemos mantener un horizonte en el cual nuestra fortaleza sea la compasión y no la ridiculización de los demás, como te decía anteriormente no te burles del dolor ajeno, ya que esto solo demuestra insensibilidad y debemos saber que todos y cada uno de nosotros tiene luchas tanto internas como externas que algunas veces no evidenciamos.
Recordemos que la verdadera fortaleza reside en la capacidad de mostrar compasión, no en la habilidad de ridiculizar a los demás.
En un mundo donde la empatía a menudo escasea, es crucial recordar que el dolor de otra persona es algo sumamente delicado, y aquí es cuando nosotros debemos dar más bien una palabra de aliento, en vez de dar una mala respuesta o reírnos, ya que quizás salves una vida por este pequeño gesto